El comité de académicos de la Universidad de Chile que revisó las tesis pedófilas concluyó que estos polémicos trabajos no respetaron la Convención sobre los Derechos del Niño de 1990 y no incluyeron evidencia que refutan las posturas de los autores.
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Según publica hoy El Mercurio, el comité analizó en detalle las tesis y luego de casi tres meses de trabajo, entregó un documento que luego se revisó y se presentó a la Facultad de Filosofía y Humanidades y al consejo universitario.
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En el texto se hace hincapié en que las tesis analizadas, si bien hacen referencias generales a algunos de los aspectos discutibles de la pedofilia, “no incorporan la evidencia contrapuesta a las posturas que defienden”.
En ese sentido, critica que “se omite, por ejemplo, la evidencia respecto de las implicancias de la asimetría de poder en la relación adulto y niño, así como las eventuales consecuencias traumáticas para el infante, o el valor relativo del consentimiento de un infante en este ámbito”.
Asimismo, reprocha que no se consideran los derechos del niño consagrados en la Convención sobre los Derechos del Niño (1990) “como tampoco los conceptos de la indemnidad de los infantes, desarrollo e integridad sexual de los menores ni la autonomía progresiva”.
”Así entonces, los trabajos muestran parcialidad en la información que utilizan de apoyo y muestran sesgo en los flancos discutibles que escogen enfrentar”, señala una de las conclusiones.
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Finalmente, recomienda “implementar celosamente” las políticas y disposiciones vigentes sobre el desarrollo de tesis de postgrado y trabajos de titulación de pregrado, especialmente en aquellos que abordan temáticas sensibles para la sociedad. Incluso, plantea someter eventualmente los trabajos a comités de ética.
A fines de 2022, la Universidad de Chile se vio envuelta en esta polémica, luego de que se divulgaran las tesis “Pedófilos e infantes, pliegues y repliegues del deseo” y “El deseo negado del pedagogo: ser pedófilos”, trabajos de graduación de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
La rectoría solicitó a un comité “del más alto nivel académico”, según indicó en ese entonces la rectora Rosa Devés, que examinara y se pronunciara sobre la pertinencia ética y formativa de los trabajos.Tras el informe del comité, queda pendiente el resultado del sumario interno para determinar posibles responsabilidades administrativas.