Fue el año 2004 cuando el joven Sebastián Demangel sorprendió hasta las lágrimas a Don Francisco y a los televidentes con su emotiva historia de vida en la Teletón. Hoy vuelve a impactar, pero por el violento asalto que sufrió con arma un blanca al interior de su casa en Maitencillo, informó La Estrella de Valparaíso.
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El dramático hecho ocurrió el pasado 2 de julio, en horas de la tarde, cuando Demangel se encontraba en el segundo piso del inmueble, junto a otra persona. En ese momento, ingresaron cinco antisociales con el rostro cubierto, quienes subieron las escaleras y llegaron hasta la habitación donde lo golpearon y fracturaron.
“Andaban con armas, cuchillos y pistolas. Los atacaron. Estaban buscando joyas y les robaron los celulares. Sebastián no maneja plata, por lo que los tipos se enfurecieron, le pegaron y fracturaron la nariz en dos partes, la órbita y el hueso cigopático. Tenemos un scanner, en donde todo esto se documenta. Lo dejaron en muy malas condiciones”, detalló la madre de Sebastián al medio El Observador.
“Le acuchillaron una pierna, la cara, esto fue horrible. Tiene como ocho punzadas en una pierna, un desgarro en una mano. Fue muy fuerte lo que le hicieron”, agregó su madre.
Tras eso, los violentos delincuentes robaron diversas especies y escaparon.
Sebastián Demangel fue trasladado de urgencia a una posta rural y derivado por su familia a Santiago, donde permanece internado.
La emotiva historia de Sebastián
El histórico caso de Demangel contaba cómo volvió a hacer su vida diaria luego que lo atropellaran. El joven, además, es recordado no solo por su gran historia de superación, sino que también porque siempre tomaba la micro 641, donde terminó haciendo una amistad con los choferes, quienes en un principio pensaban que estaba ebrio, cuando en realidad tenía una discapacidad.
Finalmente, Sebastián Demangel terminó subiendo gratis al transporte público, por lo que con los ahorros decidió invitar a un asado a todos los choferes. La historia conmovió a Don Francisco durante la primera emisión, dejándolo emocionado hasta las lágrimas.
