A finales de septiembre, surgieron inquietudes sobre la posibilidad de que el asteroide Bennu pudiera impactar en la Tierra en el futuro. Sin embargo, después de recoger muestras, se confirmó que la probabilidad de que este cuerpo celeste choque contra nuestro planeta es menor al 1%. Aunque el riesgo es mínimo, persiste el temor de un evento de este tipo.
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Más allá de Bennu, hay otros asteroides que actualmente se acercan a la Tierra. Los astrónomos predicen que un asteroide tan ancho como el Empire State pasará a unos 32.200 kilómetros de la Tierra en aproximadamente cinco años y medio. En ese momento, se espera que una nave espacial de la NASA proporcione un “examen detallado de este raro encuentro cercano”, según informa Reuters.
El enorme asteroide que podría convertirse en una amenaza para la tierra
Este asteroide se llama Apophis y es una reliquia del sistema solar primitivo. Compuesto principalmente de silicato junto con hierro y níquel, Apophis puede ofrecer valiosa información sobre la estructura y otras propiedades de los asteroides. Cuando se descubrió en 2004, parecía representar una amenaza de impacto para la Tierra.
Incluso se pronosticó una posible colisión en 2029. Sin embargo, observaciones posteriores descartaron cualquier riesgo de impacto durante al menos otro siglo. El próximo acercamiento de Apophis a la Tierra lo situará “a menos de una décima parte de la distancia de la Luna y dentro de las órbitas de algunos satélites terrestres geosincrónicos”.
Aunque no es lo suficientemente grande como para representar una amenaza existencial, un cuerpo celeste del tamaño de Apophis podría causar estragos en una ciudad y desencadenar tsunamis que afectarían a todas las poblaciones cercanas.
El plan de la NASA para estudiar el asteroide e impedir que eventualmente choque con la tierra
Para monitorear y prevenir cualquier impacto en la Tierra, la nave espacial OSIRIS-APEX permanecerá cerca de Apophis durante 18 meses. Durante este tiempo, orbitará, maniobrará alrededor e incluso flotará sobre su superficie, utilizando propulsores de cohetes para levantar material suelto y revelar lo que hay debajo.
Las imágenes y datos recopilados se combinarán con mediciones de telescopios terrestres para detectar y cuantificar cómo Apophis se ve afectado a medida que pasa cerca de la Tierra. La NASA está tomando precauciones para comprender y controlar cualquier riesgo potencial que estos asteroides puedan representar para nuestro planeta.