Los astronautas que parten desde el cosmódromo ruso de Baikonur hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) siguen ciertas tradiciones desde que la primera misión zarpó rumbo al espacio.
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Por ello, han desarrollado una serie de rituales y supersticiones únicas para que todo salga bien.
Desde plantar un árbol hasta aplastar monedas, estas curiosas tradiciones han perdurado a lo largo de los años. Aquí recopilamos las principales:
Plantar un árbol: La tradición iniciada por Yuri Gagarin
Antes de un despegue, los astronautas visitan el jardín del Hotel de los Cosmonautas en Kazajistán, donde cada recién llegado planta un árbol.
Esta tradición fue iniciada por el primer cosmonauta Yuri Gagarin en 1961 y ha dado lugar al crecimiento de la Avenida de los Cosmonautas.
Aplastar monedas para el éxito del vuelo
Dos días antes de cada despegue, el cohete que viajará al espacio es trasladado lentamente desde el hangar hasta la rampa de lanzamiento.
Durante ese trayecto, ingenieros, técnicos y familiares de la tripulación colocan monedas en las vías del tren que transporta el cohete.
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Así, cuando sean aplastadas, se cumplirá un augurio de buena fortuna. Este ritual se realiza sin la presencia de la tripulación.
Agua bendita para el cohete
Previo a las misiones rusas, es importante que un cura ortodoxo pronuncie una oración y rocíe agua bendita sobre el cohete ya colocado en la rampa de lanzamiento.
Esta tradición, introducida en los años 90 tras la caída de la Unión Soviética, simboliza la bendición divina para el viaje espacial.
Tarde de cine soviético
El día previo al lanzamiento, es tradición que los astronautas rusos compartan una tarde de cine.
Juntos, miran “Beloje Solnze Pustyni” (“El sol blanco del desierto”), un clásico soviético de los 70.
Esta costumbre comenzó en 1973 con la tripulación de la Soyuz 12.
Autógrafos Inmortales
Antes de partir al espacio, los astronautas dejan su firma en una pared del museo espacial de Baikonur y en la puerta de su habitación en el Hotel de los Cosmonautas.
Estas firmas, que no se pueden borrar, se conservan como recuerdo histórico.
Dosis de rock soviético para despedirse de la Tierra
Al abandonar el hotel rumbo a la nave, la tripulación escucha “Trawa U Doma” (“Grass by the Home”) del grupo Zemlyane, declarada por Roscosmos como el “Himno de la navegación espacial rusa” en 2009.
La canción habla sobre la visión de la Tierra desde el espacio y siempre es oída previo a un viaje.
Orinar en una rueda
Se dice que antes de subir al cohete, los astronautas orinan en la rueda del bus que los lleva hasta él. Y no sólo los rusos, sino que todos los astronautas repiten esta tradición.
Gagarin fue el primero que lo hizo, y desde entonces todos los astronautas repiten el ritual.
Eso sí, es probable que ahora lleven su orina en un frasco, ya que quitarse el traje resulta imposible.
