Según datos de Carabineros, en la última semana de 2023 hubo 18 homicidios, una variación de 63,6% respecto del mismo lapso de 2022, cuando hubo once asesinatos.
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Una situación que preocupa y es analizada por Álvaro Castillo, director del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas y académico de la Universidad Mayor.
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“Esto tiene múltiples razones para lo que hemos visto, y no creo que se explique solo porque en una de esas a fin de año las personas puedan beber y drogarse más y debido a ello se ponen más violentas. Hay más bandas del crimen organizado, que son grupos que han incorporado una forma cada vez más violenta de resolver los conflictos”, sostiene el especialista.
Según Álvaro Castillo, “el narcotráfico y la violencia existen desde hace mucho tiempo en Chile, pero últimamente sus efectos se han exacerbado porque el modus operandi de las bandas se asimila al de otras realidades o regiones de Latinoamérica. Y aunque estamos lejos de visto en Colombia o en México, esa manera de operar ha entrado a Chile”.
El representante de la Universidad Mayor agrega que tales bandas “abordan con violencia conflictos territoriales por mercados, generalmente del tráfico de drogas, pero también están las extorsiones, el cobro de peajes, la protección y la prostitución”.
Y lo anterior se relaciona, de acuerdo al también antropólogo social, “con el mayor acceso a las armas... Antes era algo restringido, costaba mucho tenerlas, pero en la actualidad es muy fácil conseguir una, por lo que la letalidad de estas riñas es muy alta. Se dispara a mansalva, como hemos constatado en varios casos de los últimos días, lo que lamentablemente puede afectar a inocentes y no solo a los involucrados”.
Álvaro Castillo recalca que los denominados “ajustes de cuentas” son resoluciones de conflicto.
“Y la droga es un elemento central en esas situaciones de choque, porque es una de las principales fuentes de ingreso de dinero de las bandas. Pero insisto en que no por ser fin de año, hay que pensar que la droga y las bebidas alcohólicas son las causas de más asesinatos y más balaceras”.
El profesor universitario apunta a que nuestras autoridades “bien pudieron haber anticipado algunas medidas”.
“El estado de violencia que vemos se relaciona indudablemente con una crisis de autoridad y con los problemas de corrupción en las fuerzas de orden. Por ejemplo, claro es que hay armas importadas, pero están también las armas perdidas y las armas robadas en los cuarteles, o las que salen de las armerías. Y esos elementos sirven para hacer negocios y a la larga generan violencia que afecta a la población”.
De acuerdo a Álvaro Castillo, “lo que estamos viviendo se combate con inteligencia, con recursos, con políticas públicas y con reformas institucionales como la de Carabineros, que lleva tanto tiempo en discusión”.