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Condenan a 20 años de prisión a dos policías en Mississippi por torturar a dos hombres negros

Los oficiales formaban parte de un escuadrón conocido por usar fuerza excesiva en todas sus operaciones.

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Policías encarcelados por crimen racial

Hace poco se dio a conocer que dos de los seis policías que torturaron a dos hombres negros en Jackson, Mississippi, Estados Unidos, recibieron una sentencia de 20 años.

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En concreto, Hunter Elward, de 31 años de edad, recibió una condena de 20 años, mientras que Jeffrey Middleton, de 46 años, recibió otra de 17 años de prisión.

Ambos agentes, acompañados de otros cuatro, ingresaron a la residencia de Michael Corey Jenkins y Eddie Terrell Parker sin una orden y procedieron a torturar a los sujetos con pistolas paralizantes, un juguete sexual y otros objetos, acabando con uno de los hombres herido con un arma de fuego.

Los policías respondieron al llamado de un vecino blanco que vio a los dos hombres negros con una mujer blanca

Se sabe que los policías acudieron a la residencia de Michael Corey Jenkins y Eddie Terrell Parker después de recibir la llamada de un vecino que le pareció “sospechoso” que dos hombres negros alojaran en su casa a una mujer blanca.

Una vez que ingresaron en la casa, los esposaron a ambos, le echaron leche, alcohol y jarabe de chocolate en el rostro, los obligaron a desnudarse y bañarse juntos después.

Pero la situación no acabó ahí, ya que además de recibir insultos raciales, fueron torturados con las pistolas paralizantes e introducirle un consolador, el llamado “Escuadrón de Matones” hizo un “simulacro de ejecución” que terminó con Michael Corey Jenkins con una laceración en la lengua y una fractura en la mandíbula, luego de que el oficial que le pusiera un arma de fuego en la boca y apretara el gatillo.

Los otros cuatro integrantes del escuadrón de oficiales blancos recibirán su sentencia en juicios individuales en los próximos días y se espera que reciban una condena similar. Además, todos recibirán sentencias de cargos federales y estatales que deberán cumplir a la vez.

El grupo de policías intentó encubrir su crimen sembrándole evidencia a las víctimas, también los amenazaron para que se fueran a “su lado del río” e iniciaron una campaña de desprestigio contra ellos.

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