Una verdadera esclavitud sexual moderna. La Policía de Investigaciones (PDI) desbarató una red de trata de mujeres con fines de explotación sexual que funcionaba en un edificio de la comuna de Santiago.
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Tres ciudadano venezolanos fueron formalizados luego de que prestaran testimonio ocho de sus víctimas. Se trata de Carlos Roda, alias “Grey”, el líder de la banda, quien captaba mujeres jóvenes, incluso en algunos casos desde muy termprana edad, las convencía de que ejercieran el comercio sexual, prometiéndoles viajes por el mundo, mucho rédito.
La red funcionaba desde 2018, junto a la pareja de Roda y una ayudante. Buscaban un perfil femenino, delgadas y sin tatuajes. Ocupaban tres cuentas de Instagram y como base del comercio sexual un edificio en Santiago Centro, según consigna 24 Horas.
Mujeres de Panamá, Colombia, Venezuela y Chile fueron engañadas y sometidas a la explotación sexual. El persecutor judicial Milibor Bugueño, de la Fiscalía Santiago Sur, asegura que, muchas veces, las jóvenes pretaban servicios sexuales hasta siete veces al día, de lunes a domingo y, finalmente, no recibían un peso a cambio.
Les quitaban el pasaporte y extorsionaban
Tras cinco años de funcionamiento de la red, los imputados llegaron a conocer bien a la clientela. Los valores que cobraban se adecuaban al tipo de cliente, incrementando el monto según sus características.
Una vez en Chile, a las trabajadoras sexuales les quitaban sus pasaportes, convirtiéndolas en sus esclavas. El centro de operaciones era un edificio en calle Morandé, Vecinos del barrio, al ser consultados por el citado medio, señalaron que no les sorprende la actividad ilícita en la comuna, pero sí en el inmueble en cuestión.
Chile era sólo el comienzo de esta red. Muchas trabajadoras sexuales eran destinadas a países de Latinoamérica y Europa para ejercer este tipo de comercio. En todo momento las mujeres eran vigiladas de cerca.
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De acuerdo con lo precisado por Bugueño, “Grey” extorsionaba a las víctimas adviertiéndoles que, cuando alguna de ellas planteaba la necesidad de abandonar el negocio, dada la forma en que se integraron, podían terminar detenidas por la justicia. De esta forma las disuadía de alejarse de la red.
Grey y sus cómplices, luego de la audiencia de formalización de cargos, quedaron con la medida cautelar de prisión preventiva. La Fiscalía estima que, aparte de las ocho mujeres denunciantes, puede haber incluso más, dado que se encontraron varios pasaportes de otras jóvenes en el departamento de calle Morandé.