El pasado 16 de marzo, la joven estudiante de Terapia Ocupacional de la Universidad de los Andes, Catalina Cayazaya, se quitó la vida tras ser víctima de diversos abusos por parte de sus tutoras durante su paso por el internado.
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Su madre Carolina Cors realizó una denuncia pública por el maltrato que recibió su hija mientras cursaba su quinto año de carrera. “El 16 de marzo de este año la encontré muerta en la mañana, con una nota pidiéndome perdón por no poder resistir tanto dolor”, escribió.
“Pasó los primeros 4 años sin problemas, querida por sus pares y profesores. Hasta que en 2022 inició el internado. En un lugar donde está normalizado el maltrato a los internos en las carreras de la salud”, afirmó la madre.
La pediatra fue entrevistada por 24 Horas en donde habló sobre esta terrible experiencia que vivió su hija. “Yo me comuniqué constantemente (con la universidad) y les dije la situación en la que estaba, incluso les dije que Catalina estaba en riesgo de no querer seguir viviendo”, señaló.
“Fue demasiado para ella sentir que la iban a pisotear de nuevo. Si los protocolos funcionaran esto sería otra cosa, quiero tener a mi hija a mi lado y eso no me lo va a dar nadie”, agregó.
El emotivo relato de su madre
La madre volvió a hablar en una extensa conversación con la animadora María Luisa Godoy para el matinal de TVN, “Buenos días a todos”. Ella señaló que su hija Catalina era una joven muy feliz, energética y llena de vida que estaba ilusionada con su carrera, y tenía muchos planes para su vida laboral una vez que saliera de la universidad.
Sin embargo, en los últimos dos años comenzó a cambiar su estado anímico debido a los tratos que recibió durante su internado. “Se vino abajo de una manera indescriptible (...) iba con miedo en las mañanas al internado, iba asustada, llegaba angustiada de vuelta, lloraba mucho”, comentó.
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Carolina agregó que su tutora no la saludaba, no la miraba a la cara, la denostaba, la retaba delante de los pacientes y el personal del centro médico. Al momento en que Catalina denunció estos malos tratos, el hostigamiento aumentó, y su madre señaló que su hija fue tachada de sensible y le dijeron que “así es la vida”.
Su madre se emocionó al confesar que “dimensionar el dolor que tuvo que haber sentido para haber tomado esa decisión, ese es mi dolor, más que haberla perdido. La extraño, me duele mucho no estar con ella, me duele pensar en todos los sueños que ella tenía (...) No logro dimensionar hasta dónde llegó el dolor”.
Posteriormente, Cors contó entre lágrimas que ella realizó esta denuncia, “pese al dolor es tratar de qué positivo uno puede sacar de cada situación que le toca vivir. Lo único que pensaba en ese momento es que mi Catita ayude que el resto de los chiquillos no tenga que pasar esto. No puedo volver atrás, no puedo cambiar nada de lo que hice, no voy a tener a mi hija de vuelta. No hay ninguna compensación que yo pueda recibir que me deje en paz”, confesó.