En respuesta a la crítica situación hídrica que enfrenta la Región de Coquimbo, la Junta de Vigilancia de Río Elqui y la Corporación para el Desarrollo y la Integración Paso Agua Negra (Corpan) han anunciado un plan piloto de estimulación de lluvias, conocido como “bombardeo de nubes”. Esta iniciativa surge en un momento crucial, con embalses que apenas alcanzan apenas el 10% de su capacidad y pronósticos que no vislumbran una mejoría.
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Según datos del Centro de Estudios Avanzados de Zonas Áridas (Ceaza), la sequía en la zona alcanza niveles críticos: En la Provincia de Elqui, el embalse La Laguna almacena un 9% de su capacidad, mientras el embalse Puclaro está apenas a un 4% de su capacidad. En la Provincia de Limarí, la zona de Recoleta presenta un 3% de su capacidad; La Paloma, el 1%, y el embalse Cogotí ya se secó, según datos entregados por El Mercurio.
El proyecto, que se extenderá a lo largo de tres meses, tiene como objetivo primordial analizar la efectividad del método en la región. Según lo declarado por el director de Asuntos Internacionales de Corpan, Carlos Ruiz, el plan contempla “traer un avión bimotor presurizado, equipado y certificado desde México, para realizar la estimulación con el reactivo mexicano patentado Rainmate”.
Ruiz señaló que se espera que el plan sea aplicado “en el próximo invierno cuando el avión opere durante junio, julio y agosto”. Además aseguró que ya se ha realizado con éxito en más de diez estados mexicanos, ha tenido excelentes resultados con incrementos entre el 23% y 64%. “Son cifras muy relevantes y que, de darse en Chile, serían vitales para mitigar, en alguna medida, la gravísima crisis hídrica”, indicó. Este método, tiene una inversión estimada en 1,3 millones de dólares, financiados tanto por el sector privado como por posibles fondos estatales.
La necesidad de actuar con prontitud ha sido enfatizada por Cristian Rondanelli, presidente de la Comisión Hídrica del Gobierno Regional, quien destacó la importancia de explorar todas las opciones disponibles para aumentar la pluviometría en la zona. “Hoy, cuando tenemos opciones en las que podemos aumentar la pluviometría tan escasa en Coquimbo, no nos podemos cerrar a esta posibilidad. Desde el mundo privado esto está muy avanzado y ellos han tomado la decisión de llevar a cabo este año el bombardeo de nubes”, expresó Rondanelli, subrayando la urgencia de un enfoque colaborativo entre el sector privado y el gubernamental para abordar la crisis.
El proceso de “bombardeo de nubes” implica la intervención directa sobre las nubes estimulables, como las de tipo cumulonimbus y estratocúmulos, utilizando aviones bimotores presurizados. Estas aeronaves lanzarán un reactivo que contiene yoduro de plata, conocido por su capacidad para atrapar el vapor de agua y generar congelación artificial. Este proceso desencadena una serie de reacciones en cadena, que culminan en la precipitación de las gotas o cristales de agua, contribuyendo así a la generación de lluvias.