Esta semana se conoció en la ciudad argentina de Córdoba respecto del fallo definitivo de la justicia argentina en contra de Fabián Romero, ciudadano transandino de 56 años que hace ya dos años acabó con la vida de la chilena Margarita Bascuñán.
Fue en la Cámara Cuarta del Crimen de Córdoba, donde un jurado integrado por María Antonia de la Rúa, Enrique Berger y Luis Miguel Nassiz determinó tras los alegatos finales de la fiscal Laura Battistelli (“la violencia de género es silenciosa”), que el imputado debería purgar una condena de cadena perpetua por haber asesinado con golpes en la cabeza a Bascuñán.
El fallo por femicidio de chilena en Córdoba
El condenado, según informa lun.com, había conocido a la ciudadana chilena en un viaje a Machu Picchu, donde ambos iniciaron una relación sentimental que al cabo de algún tiempo finalizó con el crimen que acabó con la vida de Margarita.
Tras conocerse el fallo definitivo, los familiares de la fallecida, su hijo Cristian Weibel y su hermano Rodrigo, valoraron la resolución judicial que a su juicio hizo justicia con la muerte de Bascuñán.
“Por fin supimos la verdad. Nos tenía intrigados y un poco desesperados con saber qué había pasado con mi madre. (Nadie puede discutir que) mi madre fue asesinada por golpes en la cabeza”, dijo Weibel.
“La cadena perpetua es lo más lógico, no sólo por lo que le hizo a mi hermana, cómo la mató, cómo terminó con su bella vida”, puntualizó Bascuñán.
La resolución final del jurado se sustentó finalmente en las veracidad que se le dio a las pruebas periciales que presentó la fiscal Battistelli, quien pudo configurar que más allá de las dudas respecto de ellas, queda en evidencia que Bascuñán murió como consecuencia de una serie de “traumatismos que derivaron en la muerte”, productos de golpes que, a su parecer, pasaron “a ser parte de la relación afectiva”.
