Las autopsias de los tres carabineros asesinados en Cañete han revelado detalles escalofriantes sobre la manera en que perdieron la vida. Según constatan los informes forenses, los agentes fueron atacados a sangre fría con disparos dirigidos a la cara y al pecho, lo que sugiere una ejecución planificada y brutal.
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El terrible suceso se desencadenó cuando Carlos Cisterna Navarro, Sergio Arévalo Lobo y Misael Vidal Cid se dirigían a la casa de Carlos Edgardo Antihuen Riquelme para verificar el cumplimiento de medidas cautelares relacionadas con una causa por infracción a la ley de armas e infracción a la ley de drogas (por cultivo). Sin embargo, el destino les deparaba un destino fatal.
El recorrido hacia la residencia de Antihuen Riquelme pudo haber sido utilizado por los atacantes para planificar el atentado, aprovechando las condiciones remotas del lugar, donde la señal telefónica e incluso la comunicación radial son escasas.
Los carabineros avanzaron por un camino interior hacia la casa del sospechoso, pero se vieron obligados a continuar a pie después de encontrarse con obstáculos en el camino. Fue en ese momento cuando fueron emboscados y ejecutados a sangre fría.
Las causas de muerte
Las autopsias revelaron las horribles causas de muerte de los agentes: Carlos Cisterna Navarro recibió un disparo en el tórax, Sergio Arévalo Lobo sufrió múltiples disparos en diferentes partes del cuerpo y Misael Vidal Cid fue alcanzado por un proyectil balístico en la cara, que atravesó su cráneo y afectó su cerebro.
Además de las vidas perdidas, los atacantes se apoderaron de los chalecos antibalas, dos subametralladoras uzi y municiones que llevaban los carabineros. Posteriormente, utilizaron la camioneta policial como vehículo de escape y la incendiaron para borrar evidencias, según informó esta tarde BíoBíoChile.
Hasta el momento, no se ha declarado públicamente ninguna reivindicación del ataque, pero las sospechas recaen sobre grupos que operan en la zona, incluidos la Weichán Auka Mapu (WAM) y la Resistencia Mapuche Lavquenche (RML), así como otros grupos delictivos locales dedicados al robo de automóviles, tráfico de madera y narcotráfico.
La investigación ahora está a cargo del fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, en una decisión sorpresiva comunicada por el fiscal nacional Ángel Valencia.