A través de sus redes sociales el Presidente Gabriel Boric se refirió al supuesto descubrimiento que realizó Rusia en la Antártica, encontrando una gran reserva de petróleo en una zona reclamada por Chile, Argentina, Gran Bretaña, correspondiente a 511 mil millones de barriles, 10 veces la producción del Mar del Norte en los últimos años.
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Producto de ello, el Mandatario afirmó que como Gobierno se opondrán a cualquier tipo de explotación y defenderán que se mantenga como un continente de ciencia y de paz.
“Chile ha defendido, defiende y defenderá que la Antártica es un continente de ciencia y de paz. Nos opondremos firmemente a cualquier explotación comercial de minerales e hidrocarburos y trabajaremos en conjunto con todos los países reclamantes y los firmantes del Tratado Antártico para velar por el respeto de esta norma por parte de cualquier nación”, afirmó el Jefe de Estado.
Sus palabras surgen luego que el Ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, indicó que apelarán al Tratado Antártico -integrado por 56 países- que prohíbe la explotación de minerales en una “reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia”.
“Ocasionalmente surgen noticias no confirmadas sobre reservas minerales y de hidrocarburos en la Antártica. El régimen antártico prohíbe su prospección y explotación. y Chile, al igual que otros países antárticos, seguirá defendiendo firmemente la preservación de la Antártica”, señaló.
Duplicaría reservas de Arabia Saudita
Los primeros rumores sugieren que la cantidad de petróleo anunciada por Rusia duplica las reservas de Arabia Saudita, lo que añade una dimensión aún más significativa a este descubrimiento.
Se espera que este tema sea discutido en la reunión de los miembros firmantes del Tratado de Kochi en India, que se llevará a cabo del 20 al 30 de mayo.
Además, se espera que tome protagonismo en la gran cumbre de los miembros firmantes del Tratado Antártico que tendrá lugar en Argentina en agosto próximo, convocando a representantes de 150 países. Este descubrimiento podría desencadenar una serie de disputas diplomáticas y legales en el escenario internacional, así como redefinir las relaciones geopolíticas en la región antártica.