Este miércoles, un tribunal italiano volvió a condenar a Amanda Knox por calumnias, incluso después de haber sido exonerada el brutal asesinato de su compañera de piso británica en 2007. La corte dictaminó que la mujer de ahora 36 años, acusó erróneamente del asesinato a un hombre inocente, el propietario congoleño de un bar en el que trabajaba a tiempo parcial.
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Sin embargo, Knox no irá a prisión ya que la sentencia de tres años se convalida con el tiempo que ya cumplió. Durante el veredicto, los medios han señalado que Amanda no mostró alguna emoción visible pero uno de sus abogados, Carlo della Vedova, dijo poco después que “Amanda está muy resentida”.
Durante su intervención en la vista de este miércoles, Knox pidió a los ocho jueces y miembros del jurado su absolución de la acusación de calumnias y declaró que acusó Patrick Lumumba debido a la intensa presión de la policía: “Siento mucho no haber sido lo suficientemente fuerte para resistir la presión de la policía”, dijo Knox en una declaración preparada de nueve minutos. “No sabía quién era el asesino. No tenía forma de saberlo”.
¿Cuál fue el crimen por el que Amanda Knox había sido acusada y luego exonerada en 2015?
Knox se volvió mundialmente tras el asesinato de Meredith Kercher, de 21 años, en la ciudad de montaña de Perugia, en Italia, cuando todas las sospechas parecieron caer en ella y en su novio italiano desde hacía apenas una semana, Raffaele Sollecito. Kercher fue hallada en el piso que compartía con Knox, envuelta en un edredón y con numerosos cortes y contusiones mortales.
Los veredictos contradictorios a lo largo de los casi ocho años de este proceso judicial polarizaron al publico que lo seguía de todas partes del mundo. En octubre de 2011 quedó libre, tras cuatro años en prisión, luego de que un tribunal de apelaciones de Perugia revirtió un veredicto inicial de culpabilidad en el caso de asesinato contra Knox y Sollecito.
Posteriormente, se quedó en Estados Unidos durante dos veredictos más, antes de que el alto tribunal italiano absolviera definitivamente a la pareja del asesinato en marzo de 2015, declarando de manera rotunda que no habían cometido el crimen.