La misión Artemis de la NASA tiene el objetivo de regresar astronautas a la superficie de la Luna. La idea, en principio, es pisar el satélite natural, realizar un par de expediciones cortas y regresar de nuevo a la Tierra. Sin embargo, la finalidad es hacer viajes frecuentes en los que los científicos pasen semanas o meses, tal cual lo hacen en la Estación Espacial Internacional (ISS).
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Hay trajes espaciales, cohetes, naves, orbitadores y toda una parafernalia científica y tecnológica para poder llegar a la Luna. Pero la NASA, agencias espaciales y comerciales que trabajan en este proyecti tienen un problema: no saben que van a hacer con la caca o excremento de los astronautas.
Misiones anteriores (finales de los años 60 y en la década de 1970) los astronautas llevaban bolsas en las que dejaban sus excrementos u orina en la superficie de la Luna. Además de ser práctico, en su momento fue una especie de experimento, ya que allí sobreviven una enorme cantidad de microbios y era una prueba de saber cuánto podrían sobrevivir en el entorno lunar.
La diferencia de ahora es que si se pretenden instalar bases en la Luna, la NASA tiene que solucionar el tema de los desechos, para no repetir errores de contaminación que constamente sufrimos en la Tierra.
“Si va a haber humanos viviendo permanentemente en la Luna, no querrás bolsas de excremento por ahí. Es un peligro. Es antiestético. No es lo que queremos hacer. Entonces la pregunta es, ¿cuáles son los estándares ambientales que aplicaremos? Actualmente no tenemos reglas estrictas y rápidas”, dijo Melissa de Zwart, profesora de la Universidad de Adelaida que se especializa en los aspectos legales y regulatorios del espacio o el medio ambiente exterior, según reseña Wired.
Todo parece indicar que la NASA ya tiene un plan de inodoros para que los astronautas que vayan a la Luna tengan una manera práctica de ir al baño. Lo que no está claro es qué es lo que se hará con los desechos, que además tienen una consistencia distinta, debido a los entornos de gravedad de nuestro satélite natural.
En el 2020, la NASA lanzó un concurso para que científicos de todo el mundo mandaran sus ideas, pero todavían no han anunciado cuál fue el sistema que ganó.