La búsqueda de agua en Marte es una de las misiones más emocionantes y desafiantes de la exploración espacial en la actualidad. La presencia de agua en el planeta rojo no solo es crucial para la posibilidad de vida extraterrestre, sino que también podría ser un recurso invaluable para futuras misiones tripuladas a Marte y, si queremos ser más ambiciosos, un eventual asentamiento humano.
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En esa búsqueda, investigadores españoles han descubierto una conexión sorprendente entre el desierto de Atacama, el lugar más árido de la Tierra, y Marte. El estudio, publicado en la revista Catena, revela que ambos lugares comparten una alta concentración de yeso, un mineral que contiene agua en su estructura y que podría ser una fuente crucial para futuras misiones tripuladas a Marte.
Un desierto análogo a Marte
El desierto de Atacama, con sus largos períodos sin lluvia que pueden superar los diez años, presenta condiciones geológicas y climáticas muy similares a las del planeta rojo. Por esta razón, se le considera un “análogo marciano”, un lugar ideal para estudiar los procesos que podrían ocurrir en Marte.
Los investigadores analizaron los minerales presentes en el suelo del desierto de Atacama y encontraron que el yeso, un mineral abundante tanto en la Tierra como en Marte, está presente tanto en la superficie como en las profundidades del suelo. Lo que es más importante, este yeso contiene agua en su estructura, aproximadamente un 20%.
¿Cómo extraer agua del yeso?
La clave para extraer agua del yeso radica en su estructura molecular. El análisis del agua presente en el yeso del Atacama reveló que proviene del rocío y de la condensación de vapor atmosférico capturado por minerales deshidratados, como el yeso.
Al calentar el yeso ligeramente, es posible liberar el agua atrapada en su estructura, obteniendo aproximadamente un vaso de agua por cada kilogramo de mineral. Esto significa que el yeso y otros minerales hidratados en Marte podrían ser una fuente vital de agua para futuras misiones tripuladas.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para la exploración espacial, ya que proporciona una fuente potencial de agua en un planeta que, hasta ahora, se consideraba árido y hostil para la vida humana. El estudio del desierto de Atacama, como análogo marciano, nos acerca un paso más a la comprensión de los recursos que podrían existir en Marte y a la posibilidad de establecer una presencia humana permanente en el planeta rojo.