Un mes y una semana ha pasado desde que Rosa Lira Saldías, técnico paramédico de 54 años, desapareció misteriosamente en Villa Alemana, región de Valparaíso. La última vez que fue vista fue el 21 de junio, cuando dejó la casa de una adulta mayor a quien cuidaba en Cerro Castillo, Valparaíso.
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Desde entonces, su paradero sigue siendo desconocido y su familia no descarta la posible implicación de terceras personas, particularmente porque su pareja no denunció su desaparición a las autoridades ni a su hijo, actitud que encendió las sospechas de sus cercanos. Además, sus amigas dan cuenta de una relación marcada por discusiones, excesos, y violencia.
Según el círculo cercano de la mujer, el último rastro conocido es de cuando regresaba de su trabajo. Sin embargo, la falta de comunicación y la omisión de denuncia por parte de su pareja han sembrado dudas y sospechas. Los familiares de Rosa Lira se enteraron de su desaparición recién el 22 de julio, cuando un tercero les informó que desde el día 21 de junio, un mes antes, no se sabía nada de su paradero.
Su hijo, Hugo Reyes, de 29 años, relató su desesperación en una entrevista con 24 Horas: “Me dice que mi mamá se encuentra hace 30 o 40 días desaparecida, que él no había hecho ningún tipo de denuncia por motivos que yo desconozco. Según él, el arrendador de donde vivía mi mamá le dice que se fue para Santiago y con eso él se quedó tranquilo”.
En conversación con Las Últimas Noticias, Hugo Reyes comentó sobre la relación distante que mantenía con su madre en los últimos tiempos, lo que explica que recién a un mes fue alertado sobre la situación: “Nuestra comunicación no era muy fluida este último tiempo. Ella cambió mucho su forma de ser después de la pandemia, que coincide cuando se empareja con su actual pololo y se van a vivir juntos. Yo le escribía mucho, pero la mayoría de las veces no me contestaba los mensajes”.
Reyes también compartió los detalles de la conversación con la pareja de su madre: “Muy tranquilo me dijo que mi mamá tenía problemas psicológicos. Que había llamado al arrendador de nuestra casa diciéndole que se iba a trabajar a Santiago. Que no había contestado más el teléfono, pero que era ella así, que desaparecía. Que no hizo la denuncia porque él mismo estaba buscándola con la ayuda de sus amigos”.
“Ella igual decía que estaba aburrida de él”
Otro dato revelador, tiene que ver con el testimonio entregado por amigas de la mujer desaparecida, y que dan cuenta del tipo de relación que mantenía Rosa con su pareja, Ítalo: “Ella igual decía que estaba aburrida de él porque no trabajaba, solamente tomaba (...), aparte que el antepenúltimo celular que tuvo, él se lo rompió. A mí me dijo que él se lo había hecho tira, que estaba tomado y que le había pegado unos palmetazos”, declaró Melina Araya al Mercurio de Valparaíso.
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Su otra amiga y vecina, Macarena Ortiz, amiga y vecina de la desaparecida, indica que “ahí me concuerda todo. Por eso Rosa desaparecía de las redes”, era porque quedaba sin teléfono. El hijo de Rosa, Hugo Reyes, coincidió con esta información: “Muchas veces ella me decía que se quedaba sin celular y me hablaba desde el celular de su pareja (...). Él tenía problemas de alcohol”.
La madre de Rosa, Aida Saldías, también expresó su angustia y desesperación: “Le pido a Dios que la devuelva como sea”. La familia y amigos cercanos de Rosa continúan en su búsqueda, mientras que la pareja de la desaparecida ha evitado hablar con los medios, alegando que su abogado está gestionando el caso.
La Fiscalía de Valparaíso ha tomado cartas en el asunto y ha ordenado a la Brigada de Homicidios investigar el caso, luego de que se realizara la denuncia formal el pasado 22 de julio. En tanto, la familia de Rosa continúa esperando respuestas y manteniendo viva la esperanza de encontrarla con vida.