Los problemas en la educación en Chile se evidencian en distintas áreas, una de ellas es la escasez de orientadores que poco a poco se ha ido convirtiendo en un problema crítico que afecta cada vez más la equidad y la calidad en la educación.
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Así, en Chile de los 280.468 docentes en establecimientos educacionales, solo 2.263 ocupan el rol de orientadores, lo que significa que en promedio, cada orientador debe atender a más de 7 establecimientos. Esta desigual distribución se evidencia con mayor claridad en regiones como Aysén, con solo 19 orientadores, y Tarapacá, con 29, en contraste con la Región Metropolitana, que cuenta con 786 orientadores, representando el 34.73% del total.
Estas cifras son particularmente complejas, entendiendo que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recomienda que exista al menos un orientador por cada 250 estudiantes.
Fundación por una Carrera, que asiste y orienta a jóvenes para que accedan a la educación superior y postulen a beneficios, elaboró un informe sobre la realidad país al respecto, destacando la gravedad de la situación.
Valentina Gran, directora ejecutiva, señaló que “la baja cifra de orientadores afecta gravemente la trayectoria educativa. La falta de apoyo no solo contribuye a la deserción y afecta la salud mental de los jóvenes, sino que también genera profesionales infelices y limita la conexión entre el sistema educativo y el mundo laboral”.
Cómo afecta la falta de orientadores
Precisamente, la falta de orientación está contribuyendo al aumento de la deserción universitaria. En Chile, a pesar de que la tasa de participación en educación superior ha alcanzado el 50% para jóvenes de 19 a 21 años, la tasa de deserción ha aumentado al 30%, superando el promedio de la OCDE. “Muchos estudiantes eligen carreras sin la orientación necesaria y, posteriormente, se enfrentan a arrepentimientos y cambios que afectan su trayectoria educativa y profesional”, apuntó Gran.
Además, diferentes estudios mencionan cómo la figura de los profesores y orientadores es esencial en la toma de decisiones y en las trayectorias educativas, ya que estos son las principales fuentes de información sobre educación superior, destacando así la importancia de fortalecer estos roles.
En este sentido, desde Fundación por una Carrera enfatizaron la necesidad de visibilizar y reforzar el rol de los orientadores en el sistema educativo. “Debemos trabajar en conjunto con organismos públicos y privados para fortalecer su rol y entender cómo la orientación permea el proyecto educativo y las trayectorias de los estudiantes. Además, pensando en los nuevos cambios curriculares y el auge de la tecnología, es esencial que los orientadores colaboren con los docentes para fomentar el interés en carreras STEM y preparar a los estudiantes para un futuro tecnológico”, puntualizó la experta.