Un registro de las cámaras de seguridad mostraban el modus operandi de un clan familiar que se dedicaba a delinquir. Un grupo compuesto en su mayoría por mujeres llegaba a arrasar a una farmacia tomando todos los objetos que pudieran para sustraerlo del local.
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Personal de la Policía de Investigaciones (PDI) llegó al hogar de los implicados en el denominado caso “La horda”, a quienes también le atribuyen al menos ocho robos anteriores. Las bolsas utilizadas en los robos todavía tenían los desodorantes, jabones y productos de aseo. Dicho botín estaría avaluado en alrededor de dos millones de pesos.
No sólo tenían los objetos hurtados, sino que estaban en posesión de diversas armas, escopetas, pistolas e incluso un chaleco antibalas, informaron en T13.
El fiscal adjunto de la Fiscalía Sur, Pablo Salinas, declaró al medio citado que “el Ministerio Público procedió a formalizar e investigar a un grupo, una banda de personas, en este caso 6 mujeres por 5 delitos de robo con intimidación y violencia mediante la modalidad de que se conoce como ‘turbazo’”.
La líder, la abuela
Esto no acaba aquí porque la madamas, la líder de la banda, era nada más ni nada menos que la abuela. Una adulta mayor era quien le daba las instrucciones a sus familiares para que fueran a delinquir a las farmacias. Ella les indicaba cómo robar, qué robar y hasta cómo intimidar.
La inspectora Angie Larena de la Brigada Robos PDI Metropolitana (BIRO) Sur, señaló que “operaban en grupos de aproximadamente de 10 personas, ingresando violentamente a las sucursales de farmacias, en donde procedían a la intimidación de los guardias, muchas veces provocándoles lesiones a éstos”.
La operación “horda” logró llegar con el paradero del clan familiar que hacía estos turbazos. Cinco de las mujeres detenidas quedaron en prisión preventiva, y una menor de edad en internación provisoria.