Gabriel Boric tomó la palabra en la edición 79ª de la Asamblea General de las Naciones Unidas. En ese marco, abogó para que la comunidad internacional condene sin ambigüedad las violaciones a los Derechos Humanos, apoyó nuevamente a Palestina en el conflicto con Israel, rechazó la invasión de Rusia en Ucrania y, más cercano, se refirió a la crisis migratoria en América Latina por la situación de Venezuela, ciudadanos a quienes Boric cerró las puertas para nuevos arribos.
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En su tiempo en la testera, el Mandatario chileno criticó las sanciones económicas, en este caso, sobre el gobierno de Nicolás Maduro, que “tal como se lo he dicho personalmente al Presidente Biden, no ayudan a la solución del conflicto, sino, por el contrario, lo agravan”. Sobre eso, aseguró que “golpean más al pueblo venezolano que a sus actuales gobernantes, porque la crisis política se conjuga con la crisis económica y, en conjunto, éstas han empujado a más de 7 millones de venezolanos al exilio, de los cuales cerca de 800 mil se encuentran en Chile. Y por responsabilidad, debo ser claro en este punto, Chile no está en condiciones de recibir más migración”.
“Venezuela vive una dictadura que pretende robarse una elección, que persigue a sus opositores y que es indiferente al exilio no de miles, sino de millones de sus ciudadanos. Se requiere una salida política a esta crisis, que reconozca el triunfo de la oposición en las últimas elecciones y lleve adelante una transición pacífica a una democracia en forma”, añadió Boric, en línea con la opinión que dio Joe Biden en su discurso, donde indicó que “los venezolanos votaron por un cambio que no puede ser negado. Todo el mundo sabe lo que pasó”.
El diputado Diego Schalper (RN), parte de la delegación, indicó que “me habría gustado una postura aún más vehemente respecto de endosarle la responsabilidad a países como Brasil, Colombia, España y a Naciones Unidas respecto a la recuperación de la democracia en Venezuela. Y valoro el reconocimiento de la incapacidad de Chile de seguir recibiendo migrantes”.
En otros temas, Boric reiteró ante los representantes internacionales que la ONU y el Consejo de Seguridad requieren cambios, como dijo el lunes en un foro, y llamó a “que nos pongamos un plazo para la reforma”, en este caso, en concordancia con el discurso del Presidente de Brasil, Lula da Silva. Lo mismo solicitó Boric para la gobernanza financiera.
En ese punto, llamó la atención una frase del Presidente que se ha interpretado como un guiño hacia Michelle Bachelet, quien, se ha comentado, podría postularse como secretaria general de la ONU. Sobre los cambios indicó que “para estos desafíos y tantos más, no me cabe duda que es posible el liderazgo de una mujer, como señala el Acuerdo de la Convención del Futuro que suscribimos hoy en la mañana, que provenga de nuestra América grande, según el criterio de rotación territorial de la ONU”.
Boric dijo que “nos rebelamos contra el doble estándar en materia de derechos humanos”, ocasión en la que afirmó que “me niego a elegir entre el terrorismo de Hamás o la masacre y conducta genocida del Israel de Netanyahu. No tenemos por qué elegir entre barbaries, yo elijo la humanidad”.
Además se refirió a los cuidados ante la inteligencia artificial y la crisis climática.