En distintas partes del mundo los juegos de azar y apuestas deportivas se han vuelto cada vez más comunes en la entretención para adultos. En Chile, por ejemplo, se trabaja en la creación de la Ley de Apuestas, la cual se encargará de la regulación y vigilancia de los casinos online, además de brindar respaldo a los usuarios.
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No obstante, Brasil también se ha visto afectado por este auge y masificación de este tipo de ocio que puede llegar a comprometer cifras de varios ceros. Es por esto que el Presidente de aquella nación, Luiz Inácio Lula da Silva, detalló que al menos 2 mil casas de apuestas serán bloqueadas en octubre por no cumplir con la normativa para operar dentro del país y aseguró que desde el Palacio de Planalto (casa presidencial) trabajan en medidas para evitar que esto se transforme “en una enfermedad”.
Posterior a las votaciones municipales del pasado domingo 6 de octubre, en São Bernardo do Campo, el mandatario brasileño señaló que “no puedo permitir que las apuestas se transformen en una enfermedad, en un vicio, y que las personas sean dependientes. Conozco a gente que ha perdido la casa, el auto, que perdió todo su salario…”.
Según datos del Banco Central, beneficiarios del Bolsa Familia –programa estrella del Gobierno progresista para la distribución de renta– realizaron transferencias de 3 mil millones de reales (550 millones de dólares aproximadamente) a empresas de apuestas durante agosto.
El Gobierno del político católico de 78 años, que ya consiguió aprobar en el Congreso un proyecto para tributar el negocio de las llamadas ‘bets’, estudia ahora fórmulas para evitar que el dinero de los programas sociales, como el Bolsa Familia, se destine a ese tipo de actividades.
“Pero si la reglamentación no funciona, no tengan ninguna duda de que acabaré definitivamente con eso”, alarmó.
