La organización humanitaria japonesa Nihon Hidankyo fue ungida este viernes por el Comité Noruego del Nobel como la acreedora del Premio de la Paz 2024 debido, principalmente, a sus denodados esfuerzos de décadas por instaurar “un veto” al uso de armas nucleares de exterminio humano.
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Frente a las últimas señales que se han dado en el planeta por los conflictos bélicos desatados en diversos territorios, y la decisión de las grandes potencias nucleares de ampliar y mejorar sus arsenales químicos, fue que la organización del Premio Nobel decidió galardonar a este movimiento nipón que surgió en 1956 como consecuencia de los ataques con bombas nucleares a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Un Premio Nobel para testimoniar los efectos nocivos de las armas nucleares
“El Comité Noruego del Nobel ha querido reconocer un hecho alentador al conceder el Premio Nobel de la Paz de este año a Nihon Hidankyo: en casi 80 años no se ha utilizado ningún arma nuclear en una guerra. Los extraordinarios esfuerzos de Nihon Hidankyo y otros representantes de los Hibakusha han contribuido en gran medida a la instauración del veto nuclear. Por ello, es alarmante que hoy en día este tabú contra el uso de armas nucleares se encuentre bajo presión”, argumentaron desde la Fundación Nobel.
El reconocimiento a la labor de contención y visualización de los nocivos efectos que las armas nucleares han tenido en las víctimas del ataque a suelo nipón por parte de esta organización fueron destacados no sólo por parte del Comité del Nobel, sino que por otras autoridades políticas mundiales, como el caso de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
“Han demostrado, mediante testimonios, que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca más”, puntualizó Watne Frydnes, presidente del Comité Nobel noruego.
En sintonía con sus dichos, las redes sociales del Nobel, expusieron además que este galardón llega a un año de cumplirse ocho décadas “desde que dos bombas atómicas estadounidenses mataron a unos 120 mil habitantes de Hiroshima y Nagasaki. Un número similar murió por quemaduras y lesiones por radiación en los meses y años siguientes”.
“Las armas nucleares de hoy tienen un poder destructivo mucho mayor. Pueden matar a millones de personas y afectarían catastróficamente al clima. Una guerra nuclear podría destruir nuestra civilización”, reflexionaron.
“Este premio a Nihon Hidankyo reconoce sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y por demostrar, a través del testimonio de testigos, que las armas nucleares nunca deben volver a usarse”, finalizaron.