Luego de que la semana pasada se alcanzara un acuerdo marco para avanzar en el proyecto de la ley de presupuesto, hoy se retomarán las conversaciones en la Cámara de Diputados. Sin embargo, la coincidencia no es total, pues la Comisión Especial Mixta rechazó varios puntos, incluso algunas partidas completas.
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Por ejemplo, todos los recursos para el Ministerio de Defensa, aquellos para el Mundial de Fútbol Sub 20; el Fondart; la Subsecretaría de Educación Parvularia; Junji; Fonasa y la Superintendencia de Medio Ambiente.
“Siempre las oposiciones rechazan glosas o partidas, hay que desdramatizar eso. Es parte de la negociación y la contienda política. Armar un presupuesto es más complejo que falta de solidaridad o de unidad, como dijo el Presidente Boric; hay aspectos técnicos, económicos y de regla fiscal que cuidar, aparte de temas políticos, de visión ideológica y programáticos, que se defienden o atacan”, aclara Roberto Munita, abogado y académico de marketing político en la U. de los Andes.
Fonasa aparece en la lista, pero la crisis mayor que vive hoy la Salud va a influir en la discusión. Como dice la presidenta del Colegio Médico, Anamaría Arriagada, “esta forma de asignar el presupuesto está desacoplada con las necesidades de la población”.
La exministra de Salud Helia Molina (y diputada PPD) asegura que “el presupuesto presentado no da cuenta del déficit que hay”, y su par Enrique Paris complementa que “apoyamos la propuesta del Colegio Médico en un plan bien pensado ($730 mil millones en tres años) para disminuir las listas de espera”.
Sobre Defensa, el diputado Gastón Von Mühlenbrock (UDI) detalla que la crisis toca a los sueldos, el combustible y “en especial a la Dirección General de Aeronáutica, donde llevan 10 años negociando”.
Al menos hay un acuerdo, que el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), cree que “fue muy importante. Y poner bordes, porque sabemos que hay un cálculo de ingresos excedido, por lo tanto los gastos también. No queremos recurrir a más deuda”.
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Para el economista Diego Soffia, director ejecutivo de Efectivo, una solución ante el ajuste “sí es aumentar el endeudamiento, con los riesgos que supone sobreendeudarse; pero por otra parte se deberían optimizar gastos y funciones para trasladar fondos desde gastos corrientes, como sueldos, adquisiciones, a gastos de capital, es decir, activos para producción, infraestructura”.
En ese compromiso, La Moneda bajó en $543.539 millones el presupuesto sin tocar servicios de salud, policías, sistema escolar, concesiones y subsidios de vivienda.
El acuerdo es positivo, considera Roberto Munita, pues “la ley de presupuestos es el penúltimo hito político-legislativo del año, antes del reajuste del sector público, y genera tensiones y problemas de agenda. Así es que haber llegado a esto siempre es una buena noticia”.
El rol del crecimiento, del IPC y hasta del Caso Monsalve
No sólo las pretensiones propias de cada ministerio influyen en la discusión del presupuesto: la contingencia, no sólo económica, tiene un rol. El propio ministro de Hacienda, Mario Marcel, indica que “en un contexto de incertidumbre global y procesos electorales locales, es importante dar una señal al país de convergencia en torno a valores y objetivos de una buena gestión fiscal”.
Algunas cifras económicas conocidas la semana pasada, como el crecimiento de 0% y la inflación de 1% hay que considerarlas. El economista Diego Soffia (Efectivo), explica que eso “en forma directa perjudica el ingreso fiscal esperado vía recaudación de impuestos, por lo que obliga a hacer un ajuste en gastos. También afectan las cifras de inflación, porque un gasto expansivo puede generar que los precios suban más”.
El diputado Frank Sauerbaum (RN) comenta que “el Gobierno tiene una agenda muy distinta a la que uno hubiese esperado en crecimiento, generación de inversión, de puestos de trabajo. Uno esperaría que después del protocolo de acuerdo, con una rebaja importante, ese ambiente perdurara hacia una agenda procrecimiento, proinversión”.
Efectivamente, Soffia cree que en la situación actual, “no se entiende una agenda procrecimiento si no es proinversión. El foco debe estar puesto en mejorar las condiciones de inversión, para todos. Se debe trabajar en disminuir incertidumbres, dar incentivos al empleo, simplificar el cumplimiento tributario y acelerar la tramitación de proyectos”.
En tanto, la corrupción, el Caso Monsalve y la inseguridad son monedas de cambio. “La contingencia influye, esta no es una discusión abstracta, se da en un contexto político. Para un gobierno, enfrentarla en medio de la crisis Monsalve y un escenario electoral adverso, lo deja en una posición desfavorable de negociación, pero no creo que la oposición tenga la capacidad de manejar el proyecto, a lo sumo generar presión”, manifiesta Roberto Munita, experto político de la UAndes.
