En medio de la polémica que ha generado el informe del órgano contralor, Mario Waissbluth, sostuvo que la problemática no es solo exclusiva del sector público sino que también del privado, argumentando que un porcentaje importante de los chilenos actúan bajo una “cultura de la deshonestidad”.
En conversación con el Mostrador, Waissbluth aclaró que el uso de licencias médicas falsas no solo afecta al sector público: “¡No sean cínicos, señores! Si en el sector privado también están las licencias truchas, y en las empresas también. Por favor, ¡no se aprovechen del pánico!”.
Asimismo, el académico añadió que estas prácticas son parte de “una cultura de deshonestidad que no voy a decir que es de todos los chilenos, pero que es de un porcentaje muy importante”, sostuvo.
Mario Waissbluth agregó que “nos creemos los ingleses de América Latina y somos, no te voy a decir peores, pero igual que toda América Latina. Va desde el gran gerente hasta el profesional intermedio, hasta el jardinero de tu casa que te ofrece, por unas pocas lucas, trucarte la cuenta del medidor eléctrico”.
A modo de ejemplo, Waissbluth explicó que “cuando vas a un restaurante y te preguntan si quieres boleta o factura, están básicamente ofreciendo evadir impuestos. Es muy generalizado”.
Copago a las licencias médicas
El fundador de Educación 2020, aseguró sobre el informe de la Contraloría que esa no es una realidad que solo pasa en el sector público, agregando que esto no se soluciona con medidas simplistas.
“Creo que la única manera de parar esto es pedir un copago en las licencias médicas, de entre un 15 y un 20%, como ocurre en otros países. Es una idiotez que aquí se pague el 100% de las licencias, tanto los días trabajados como los no trabajados. Si se aplica un copago, te aseguro que las licencias truchas bajan al día siguiente”, afirmó Waissbluth.
Respecto de las cifras dadas a conocer por el informe del órgano contralor, sostuvo que éstas podrían ser mayores. “Estamos hablando de 25 000 licencias truchas del Estado, pero si computamos los viajes dentro de Chile deben ser 50 000. Y en el sector privado, que es más grande que el público, podrían ser 100 000 o incluso 200 000 licencias truchas al año”.