A casi dos décadas de la desaparición de Madeleine McCann, la policía portuguesa anunció una nueva fase en la investigación del caso que conmocionó al mundo en 2007. Esta semana se reactivaron operativos en una zona rural cercana a Praia da Luz, al sur de Portugal, lugar donde la menor británica fue vista por última vez cuando tenía apenas tres años. Hoy, Madeleine tendría 22 años.
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La nueva diligencia responde a un mandato emitido por las autoridades judiciales de Alemania, país que desde 2020 sostiene que existen pruebas sólidas que apuntan a que Madeleine fue asesinada por el ciudadano alemán Christian Brückner. Según confirmó la Policía Judicial portuguesa (PJ), cualquier evidencia recabada será remitida al Servicio Federal de Policía Criminal de Alemania, previa autorización del Ministerio Público luso.
Durante la mañana del martes, varios vehículos policiales ingresaron al área de búsqueda, fuertemente resguardada por efectivos. Las excavaciones comenzaron el lunes y se extenderán hasta el viernes, marcando uno de los operativos más relevantes desde mayo de 2023, cuando se realizaron trabajos similares en los alrededores de un lago en la región del Algarve, según consignó T13.
Christian Brückner, de nacionalidad alemana y con antecedentes penales por delitos sexuales, es el principal sospechoso del caso. Actualmente cumple una condena de siete años por la violación de una mujer estadounidense de 72 años en 2005, crimen ocurrido en la misma localidad donde desapareció Madeleine. Sin embargo, hasta ahora no ha sido formalmente acusado en relación con la desaparición de la niña.
En octubre de 2024, Brückner fue absuelto por un tribunal alemán de cargos relacionados con cinco agresiones sexuales cometidas en Portugal entre 2000 y 2017. Ninguna de estas causas estaba conectada directamente con el caso McCann. Si la actual investigación no arroja pruebas concluyentes en su contra, podría quedar en libertad en septiembre de 2025.
La justicia alemana sostiene desde hace cinco años que Brückner estuvo involucrado en la desaparición. Registros telefónicos lo sitúan en la zona de Praia da Luz la noche del 3 de mayo de 2007, coincidiendo con el momento en que se perdió el rastro de Madeleine. En ese tiempo, él residía en una vivienda cercana al alojamiento turístico donde los McCann pasaban sus vacaciones.
Madeleine McCann desapareció mientras sus padres cenaban en un restaurante cercano al apartamento en el que dormían sus tres hijos. Desde entonces, el caso ha generado múltiples líneas de investigación, teorías y una amplia cobertura internacional, convirtiéndose en uno de los enigmas criminales más conocidos del siglo XXI.