El pasado martes 28 de enero, funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas del puerto de San Antonio encontraron en un contenedor con enseres personales del diplomático, 16 productos fabricados con piel de león, lince, cebra, oryx y zorro, provenientes desde Europa.
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Por tal razón, Aduanas presentó una querella en contra del exembajador de Chile en Hungría, Camilo Sanhueza, por violar la Convención Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites) y la Fiscalía le formalizará cargos por contrabando de pieles de animales protegidos.
Según Aduanas, todas las piezas incautadas sumaban un valor de más $9 millones y la carga provenía de Alemania en un contenedor tramitado por la empresa de transportes Decapack.
La audiencia de formalización de cargos quedó fijada para el próximo jueves 3 de julio en el Juzgado de Garantía de San Antonio.
Los artículos de contrabando que estaban ocultos eran una serie de pieles de animales disecadas, en total 16 piezas, de acuerdo con el siguiente detalle: 1 abrigo de piel, 6 gorros de piel de zorro, 4 cantimploras recubiertas de piel y 5 alfombras decorativas hechas con pieles de león, lince, cebra, oryx gazella y zorro.
El embajador de las pieles
Camilo Sanhueza Bezanilla, se graduó de la Academia Diplomática Andrés Bello, realizó estudios en la Universidad Católica de Lovaina y en el Instituto de Altos Estudios Universitarios de Ginebra.
Este diplomático de carrera fue nombrado embajador en Hungría en 2020 durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera, cargo que ocupó hasta 2024. Su trayectoria incluye labores en la Misión de Chile ante las Naciones Unidas y la Unión Europea.
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Se desempeñó como Cónsul General en Sídney y trabajó en la Embajada de Chile en Filipinas, donde fue denunciado por maltrato laboral.
En 2018, regresó a Chile para asumir la Dirección Antártica del Ministerio de Relaciones Exteriores y hasta el pasado 20 de marzo fue el jefe de la División de Asuntos Antárticos, luego que el presidente Gabriel Boric le pidiera la renuncia.
En su lugar, se nombró al primer secretario, Juan Enrique Loyer Greene, quien se desempeñaba como subjefe de la División de Asuntos Antárticos de la Cancillería.
