El Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez recibió el segundo vuelo de chilenos deportados desde Estados Unidos, que aterrizó pasada la medianoche de este viernes. En esta ocasión, un total de 43 personas regresaron al país, sumándose a las denuncias de malos tratos por parte de las autoridades estadounidenses.
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Este nuevo grupo de deportados presentó relatos que coinciden con las acusaciones de quienes llegaron en un primer vuelo el 23 de mayo. La mayoría de ellos denunció detenciones arbitrarias y un trato inhumano por parte de las autoridades estadounidenses.
Relatos de abusos y detenciones arbitrarias
Las autoridades de Estados Unidos indicaron que entre los deportados se encontraban personas que habían superado el límite de 90 días de estadía sin visado, así como otros acusados de cometer delitos menores. Sin embargo, los relatos de los regresados difieren de esta versión oficial. Uno de ellos, Eduardo, quien vivió en Estados Unidos durante cinco años, afirmó: “Están buscando cualquier excusa para deportar”.
De acuerdo a las declaraciones recogidas por Meganoticias, Eduardo describió cómo se producen las aprehensiones a latinos en situaciones cotidianas: “Uno que andaba sin cinturón de seguridad en el auto lo detuvieron, otro que estaba orinando en la calle lo detuvieron”. Además, denunció el trato que recibieron: “Fue un desastre, nos tratan demasiado mal, como si fuéramos basura; pero pagamos nuestros impuestos y aportamos al país”.
Otro deportado que llegó en el mismo vuelo relató su experiencia, indicando que pasó tres meses recluido en condiciones precarias, desde Orlando hasta Texas: “En la hielera, un calabozo donde dejan durmiendo en el suelo a más de 60 personas en un espacio chico”.
Además de las condiciones de detención, muchos de los deportados se quejaron de no haber tenido la posibilidad de comunicarse con sus familias durante su tiempo en custodia. Esto ocasionó que algunos familiares no estuvieran enterados de su deportación y regreso a Chile.