Sigue generando impacto el caso del joven farmacéutico Francisco Albornoz, cuyo cuerpo fue hallado en el río Tinguiririca, en la región de O’Higgins, el pasado 3 de junio. El joven de 21 años había desaparecido el 23 de mayo tras salir de su departamento en Santiago para reunirse con otra persona. Su última ubicación conocida lo situó en la comuna de Ñuñoa.
PUBLICIDAD
Actualmente, el chef José Miguel Baeza y el médico ecuatoriano Christian González permanecen en prisión preventiva, imputados por el homicidio de Albornoz. Según los antecedentes recabados por la investigación, la víctima se habría reunido con Baeza, quien le propuso ir al departamento de González. En ese lugar, habrían consumido drogas y mantenido relaciones sexuales. Posteriormente, tras la muerte de Albornoz, la que habría ocurrido al interior del departamento, los imputados ocultaron su cuerpo en la región de O’Higgins.
En medio del proceso judicial, el tío abuelo de Baeza, en conversación con el matinal Contigo en la Mañana, entregó un crudo retrato de la personalidad del chef, también conocido como “Kai”. “Yo años que no conversaba con él. Se creía grande. En Facebook siempre decía que andaba en Dubái, que iba a comprar una tele en Santiago de cien millones de pesos; todo era agrandado”, relató el familiar.
El hombre también aseguró que Baeza tenía una tensa relación con su entorno más cercano: “A su mamá creo que no la quería, porque él hacía lo que quería en su casa, se portaba mal, todo lo que hacía en su casa, lo hacía con mala intención”.
Uno de los momentos más duros del testimonio fue cuando se refirió al trato que Baeza habría dado a su abuela, recientemente fallecida. “Yo le decía ‘oye, ¿cómo está mi hermana?’. Y el último día, cuando yo estaba tomando té, me dijo ‘oye tío, tu hermana falleció’, y hacía así con el dedo (pasó su dedo por el cuello). Mi hermana todavía estaba tibia y la echaron al cajón. Y la echaron con el puro pijama y no sé dónde la botaron. Él hizo todos los trámites”, acusó.
Cabe destacar que la Fiscalía confirmó que Francisco Albornoz murió por un traumatismo en la cabeza, descartando una sobredosis. Además, sostiene que los imputados actuaron bajo un plan premeditado y que la víctima ya había fallecido antes de ser lanzado a la ribera río Tinguiririca.