Un nuevo giro tomó esta semana la investigación por la desaparición y muerte de Tomás Bravo, el niño de tres años cuyo cuerpo fue hallado sin vida en el sector de Caripilún, comuna de Arauco, en febrero de 2021. A más de tres años del hecho, la defensa del único imputado en la causa, su tío abuelo Jorge Escobar Escobar, presentó un peritaje audiovisual que plantea una nueva línea investigativa: la eventual participación de una tercera persona.
La defensa del imputado, liderada por el defensor penal público del Biobío, Osvaldo Pizarro, presentó un informe elaborado por el técnico audiovisual Pablo Montalva. El peritaje analiza cuatro videos captados por una cámara de vigilancia perteneciente a una empresa forestal cercana a la ruta P-40, que une Arauco y Lebu por la costa.
Según la hipótesis que plantea la defensa, mientras Jorge Escobar descendía por una ladera en busca de animales, una tercera persona podría haber intervenido en la desaparición del menor. “Una de las estrategias de defensa es la posibilidad de que haya existido una tercera persona en lo que nosotros denominamos el sitio del suceso, o derechamente, en las cercanías del último punto de avistamiento de Tomás”, señaló el abogado Pizarro.
El análisis se enfocó en el tramo horario comprendido entre las 19:55 y las 21:05 horas del día en que se perdió el rastro de Tomás. Con el uso de técnicas de amplificación sobre sectores específicos del video, Montalva identificó movimientos sospechosos y destellos de luz que —a juicio de la defensa— podrían corresponder a la presencia de un tercero en la escena.
“Al analizar de manera continua las imágenes, se detectan movimientos y destellos que resultan de interés”, señala el informe técnico. Uno de los momentos clave fue registrado a las 20:04:26 horas, cuando una figura se desplaza por un camino forestal perpendicular a la ruta. La figura es remarcada con un círculo rojo y, según Montalva, presenta “características humanas”.
Según el defensor, esta figura consistiría en una persona que ingresó al terreno por el sector donde se encontraba el menor Tomás Bravo, mientras Jorge Escobar, el tío abuelo, se encontraba en una ladera moviendo los animales.
A las 21:01 horas, en la última captura del análisis —marcada como imagen número 13—, se observa cómo el supuesto sujeto desaparece dentro del bosque. Según el experto, el recorrido realizado por este individuo habría durado aproximadamente 40 minutos, coincidiendo con los tiempos estimados de la desaparición de Tomás. En paralelo, un destello luminoso en la imagen correspondería al primer vehículo que salió a buscar al niño, acompañado por un familiar.
Una de las complejidades del análisis radica en la naturaleza del material: las cámaras no graban video continuo, sino que capturan tres fotogramas cada dos minutos. Esto implica saltos temporales que dificultan la reconstrucción precisa de los hechos.
“Por la distancia entre la cámara y el lugar de interés, no se puede distinguir con claridad qué elementos generan el movimiento. Sin embargo, se observan patrones que podrían ser vinculados con otros elementos del caso, como testimonios, horarios y trayectorias”, explicó Montalva en el informe.
En sus conclusiones, el perito sugiere que las figuras observadas —destacadas con círculos rojos y verde en las capturas— podrían corresponder a personas por su forma, volumen y tipo de desplazamiento.
“Habiendo observado las imágenes reiteradamente, se puede inferir como hipótesis que los elementos destacados corresponden a personas, hipótesis que debe ser confirmada con otros elementos probatorios”, señala el documento, según consignó La Tercera.
Este nuevo análisis ha sido incluido por la defensa como parte de una estrategia para desmontar la tesis acusatoria en contra de Jorge Escobar y reorientar la investigación hacia la posibilidad de participación de un tercero. Sin embargo, será el Ministerio Público quien deberá valorar si estas evidencias ameritan nuevas diligencias o si el caso se mantiene tal como ha sido planteado hasta ahora.