Durante este miércoles 23 de julio, se dieron a conocer nuevos antecedentes respecto a las identidades que habría utilizado Alberto Carlos Mejía Hernández, el sicario de nacionalidad venezolana vinculado al homicidio del “Rey de Meiggs”, en su huída.
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Según informaron fuentes policiales de Perú, donde se cree que estaría el hombre de 18 años, el antisocial estaría usando cuatro nombres distintos y así intentar no ser detenido.
Sin ir más lejos, como detalló el general Arturo Valverde, jefe de la región policial de Tacna, las otras cuatro identidades del sicario serían Daniel Rodríguez Sierra, Juan Carlos Arroyo Yáñez, Joel Emilio Blanco Véliz y Neomar Andrés Arismendi Duarte.
Los dos últimos nombre señalados están relacionados con sus compañeros de delito: Yonder Emilio Blanco Véliz Neomar y Andrés Arismendi Duarte. Los sujetos están detenidos por su participación en el homicidio del empresario de Meiggs.
“Se han dado posiciones del caso a personal de la frontera, para que tomen conocimiento, vean las características y el tatuaje (en una de sus manos)“, comentó la autoridad policial.
“Hemos montado diversos operativos en vehículos, motocicletas y drones (...) con el fin de ubicar, intervenir y detener a esta persona, que está fugado de la República de Chile. Todo nuestro personal está alerta”, añadió
“Estas identidades ya están en conocimiento de las policías de fronteras y estamos en alerta ante cualquier eventualidad“, dijo en un video difundido por Arica Al Día.
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Cabe recordar que durante la detención y posterior liberación del sicario, fue realizada bajo el nombre de Osmar Ferer, identidad que ocupaba en Chile.
La huida de Alberto Mejía del país del cobre
Fue durante el pasado fin de semana que se dio a conocer que Alberto Carlos Mejía Hernández, dejado en libertad “por error” el pasado jueves 10 de julio, pagó una millonaria cifra para lograr huir.
Según afirmó un conductor de aplicación de transportes, el sábado 12 el prófugo le pagó $2,5 millones para ser trasladado de Santiago hasta la frontera con Perú.
Luego, lo llevó hasta el complejo Chacalluta, Arica, donde incluso aseveró que el sujeto fue controlado por militares.