Chile fue el sexto país de América Latina y el Caribe y el vigésimo tercero a nivel mundial en ratificar la Convención sobre los Derechos del Niño, el 14 de agosto de 1990, tratado internacional de derechos humanos que reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho.
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A casi 35 años de ese acontecimiento, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció una serie de actividades para conmemorar este nuevo aniversario, promoviendo el buen trato hacia niños, niñas y adolescentes y prácticas positivas de crianza para los padres y cuidadores principales.
Unicef detalló que “entre las actividades que se realizarán, se encuentra la exposición “Tratarnos bien nos hace bien”, que promueve prácticas de crianza positiva y da cuenta de las cifras que existen a nivel nacional sobre la cantidad de niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia".
La exposición estará habilitada en el Museo Interactivo Mirador (MIM), en la Estación Central de trenes y en el hall de Televisión Nacional de Chile (TVN), en alianza con NTV.
Asimismo, indicaron que “se pondrá en circulación una versión especial de la tarjeta Bip! del transporte público en la Región Metropolitana, donde se promoverá la protección, el buen trato y el cariño para niños, niñas y adolescentes, con las ilustraciones del tradicional calendario de los derechos de los niños y niñas de Unicef, ilustrado por Pedro Prado”.
En cuanto a la tarjeta, estará disponible en las estaciones del Metro Manquehue, Tobalaba, Universidad de Chile, República, Plaza Maipú, Plaza Puente Alto, Vespucio Norte, Santa Ana, Vicente Valdés y La Cisterna.
Además, el domingo 17 de agosto, a las 12 horas, en el Centro Cultural La Moneda, Unicef ofrecerá de forma gratuita el concierto por “Los Derechos de los niños y las niñas”, que será interpretado por la Orquesta Sinfónica Infantil Metropolitana (OSIM), de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile.
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Altas cifras de violencia infantil
En Unicef explicaron que, “desafortunadamente, las cifras oficiales indican que Chile mantiene altos niveles de violencia en contra de niños, niñas y adolescentes en los diferentes entornos en los que crecen y se desarrollan, pero resulta especialmente preocupante la situación en las familias, donde la Encuesta Longitudinal de Primera Infancia (ELPI, 2017) señala que 6 de cada 10 padres o madres utilizan algún método de disciplina violento en la crianza de sus hijos e hijas”.
De igual forma, “el estudio de Conocimientos, Actitudes y Prácticas (CAP, 2021, de Unicef) muestra que casi la mitad de los padres y madres consideran al menos una práctica violenta como método efectivo en la crianza. Estas cifras dan cuenta que el uso de la violencia por los adultos está naturalizada como un método válido de crianza”.
Asimismo, detallaron en el organismo que “la encuesta CAP, 2021 muestra que los padres y madres tienen un bajo conocimiento de prácticas de crianza positiva, además de considerarlas difíciles de implementar, y que por ello recurren a métodos violentos tanto físicos como sicológicos”.
Por otra parte, “según la encuesta ELPI, 2017, el 75,8% de los padres y madres no cuentan con ayuda para las tareas cotidianas de la crianza, como el baño, las comidas, las tareas escolares, o el cuidado. Además, según el estudio CAP, cerca del 40% de las madres o cuidadoras señalan que no tienen otros adultos dentro de la familia con quienes compartir dudas, temores o sentimientos sobre la crianza”.

La representante de Unicef, Violet Speek-Warney, señaló que “las políticas públicas de apoyo a las familias deben abarcar diversos factores de riesgo complejo, como el acceso de los adultos a trabajo con remuneración que les permita vivir sin enfrentar pobreza o pobreza extrema; más tiempo de calidad en familia, políticas efectivas de trabajo con las familias para transferencia de herramientas; presencia institucional (salud, educación, vivienda, plazas/esparcimiento, protección social y seguridad) en los territorios, quienes a través de la atención de niñas, niños y sus familias, pueden detectar a tiempo situaciones de maltrato, y activar mecanismos de protección para ellas y ellos”.