Armados de un celular y la obsesión de acumular millones de seguidores por alguna actividad extravagante, a menudo los influencers olvidan o desprecian leyes y normas básicas de convivencia universal que terminan atrapándolos en su red. Y los hacen aterrizar brusca y literalmente en la realidad.
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Así lo vive ahora, no sin angustia y arrepentimiento, el piloto estadounidense Ethan Guo, quien ya completó un mes y medio retenido en la Antártica chilena, hasta donde voló luego de sortear sin autorización el aeropuerto comercial de Punta Arenas.
El joven de 19 años, nacido en Memphis, y rostro de una campaña para combatir el cáncer infantil, aterrizó sin permiso al mando de una avioneta monomotor Cessna en el aeródromo de la base aeródromo Teniente Rodolfo Marsh Martin, perteneciente a la Base Presidente Eduardo Frei Montalva, que incluye el núcleo poblacional de Villa Las Estrellas.
Este lunes el streamer fue imputado por los delitos de proporcionar información falsa al control de tierra y aterrizar sin autorización en el territorio antártico chileno el 28 de junio, en un proceso que culminó con la “suspensión condicional” de las acusaciones en su contra. Guo entregó a la Dirección General de Aeronáutica Civil “datos falsos sobre el plan de vuelo y puso en riesgo la seguridad del tráfico aéreo que llevó a la autoridad a declarar a la aeronave como extraviada”, explicó en un comunicado el Poder Judicial.
“Este tipo de maniobras, realizadas sin coordinación con las autoridades, ponen en riesgo la seguridad operacional y requieren el uso de medios públicos para su supervisión y respuesta”, advirtió la DGAC.

“Es una situación dura”
La aventura, compartida con sus más de 1,4 millones de seguidores en Instagram, terminó como el joven jamás lo imaginó. Y es que le impulsaban nobles intenciones, porque debía ser un capítulo más de su proyecto “Flight against cancer” (“Vuelo contra el cáncer”), viajando por el mundo para recaudar un millón de dólares para la investigación de esta enfermedad. Su decisión de volar se produjo después de que a su primo le diagnosticaran cáncer en 2021.
En su fallo, el juez Franco Reyes Pozo aprobó la “salida alternativa” del intrépido piloto exigiendo una donación de 30.000 dólares a una fundación contra el cáncer infantil en un plazo no mayor a 30 días y que abandone el país a la mayor brevedad posible. Además, tiene prohibido ingresar al territorio chileno por tres años. Ah y también deberá abonar los gastos correspondientes al “servicio de guarda del avión y la manutención personal” de su estancia en las instalaciones militares donde se encuentra.
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En esas condiciones, el influencer cuenta las horas para regresar a Estados Unidos, luego de soportar problemas de comunicación propios de la Antártica y en medio de temperaturas extremas, ya que la región se encuentra en pleno invierno austral, con termómetros que registran hasta 75º bajo cero. En conversaciones con la agencia AP, Guo describió su situación como “dura” y lamentó las intermitencias en la comunicación.
Sin embargo, su salida del continente blanco no depende de sí mismo como sería, por ejemplo, una trivial transmisión en vivo desde Miami. Su avioneta “no está en condiciones y no tiene las aptitudes para hacer un vuelo de esa naturaleza”, según precisó el fiscal Cristián Crisosto. El viaje está supeditado a un vuelo comercial o alguna aeronave de la FACh.
Aún así, el influencer declaró que está “haciendo todos los esfuerzos posibles para regresar volando el avión. Sigo en la Antártica esperando la aprobación de mi vuelo de salida y espero sinceramente que me la den pronto para que yo y mi avión podamos continuar con mi misión original”. Atrapado por un error en su plan solidario, Guo apura el final de la peor aventura de su vida.