‘La Gran Fonda’ de Chile, que este año busca convertirse en la mayor celebración de Fiestas Patrias, destacará por un despliegue de seguridad sin precedentes. La organización anunció un operativo que contará con tecnología de última generación y coordinación directa con Carabineros y la PDI, para garantizar un ambiente seguro y familiar.
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Uno de los puntos más llamativos será la implementación de escáneres de rayos X y pórticos detectores de metales, al estilo de los aeropuertos. Los accesos por Rondizzoni y Parque O’Higgins tendrán filtros donde todos los asistentes deberán pasar por revisiones que permitirán detectar armas blancas, de fuego u objetos prohibidos.
Además, se instalarán cámaras inteligentes con reconocimiento facial y analítica de video con inteligencia artificial, capaces de identificar personas, registrar comportamiento y generar alertas en tiempo real ante situaciones de riesgo.
El operativo también considera guardias tácticos del municipio de Santiago, seguridad privada y un destacamento policial dentro del recinto, donde funcionará una tenencia temporal que recibirá denuncias y coordinará acciones en terreno.
En materia sanitaria, habrá tres ambulancias equipadas, un médico urgenciólogo y un puesto clínico avanzado con seis camillas y un equipo de 12 paramédicos.
Finalmente, la organización informó que la venta de alcohol se detendrá una hora antes del cierre, para resguardar el regreso seguro de los asistentes.
Con estas medidas, la Gran Fonda de Chile busca consolidarse como la fonda más segura del país, combinando tradición y celebración con altos estándares de resguardo.