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“Te pido que te pongas una mano en el corazón”: Trabajador investigado por torturas contactó a funcionario TEA maltratado en Hospital de Osorno

“No puedo quedar sin trabajo”, argumentó el trabajador, en un correo que incluye disculpas y una insólita petición.

Hospital Base San José de Osorno
Hospital Base San José de Osorno (IST)

El caso de torturas y agresiones contra un funcionario con condición del espectro autista (TEA) en el Hospital de Osorno sigue revelando episodios insólitos. Esta vez, se conoció un correo enviado por uno de los trabajadores investigados, quien, además de pedir disculpas por los abusos, solicitó a la víctima que lo ayudara a aminorar la gravedad de los hechos para no perder su empleo.

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El mensaje, fechado el 2 de septiembre, llegó justo cuando comenzaron a difundirse los registros audiovisuales donde se veían los maltratos cometidos al interior del recinto hospitalario. Según confirmó el padre de la víctima en entrevista con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, el correo fue real y está siendo analizado en el marco de la investigación.

En su escrito, el trabajador comenzó recordando que la víctima había manifestado sus intenciones en emigrar al extranjero y celebró que lo hubiera concretado: “Espero te encuentres muy bien, supe que estás en otro país y de verdad espero que esté todo bien. Recuerdo que me contaste que la idea de irse para allá estaba entre tus planes y me alegro que lo hayas podido cumplir”.

“Me arrepiento de todo”

A renglón seguido reconoció que el contacto no era fácil, dado el historial de abusos: “Me tomé la patudez de escribirte, después de tanto tiempo, y créeme que no es fácil hacerlo, pero lo hago con la mayor honestidad posible. Estamos pasando por una situación muy complicada (…) enfrentamos una orden de destitución a raíz de denuncias”.

El funcionario aseguró que nunca quiso hacer daño, aunque reconoció haber cometido errores: “Quiero comenzar por lo más importante: pedirte disculpas sinceras. Con el tiempo, he podido pensar y reconocer que, aunque nunca hubo mala intención de mi parte, sí se dieron tallas que no correspondían. Lamento sinceramente si te hice sentir incómodo o vulnerado en algún momento”.

Incluso reveló que había intentado contactarlo previamente: “Intenté contactarte por WhatsApp, Facebook y llamada, pero fue imposible. Y respeto tu decisión de cortar comunicación. Sólo en su momento, quería expresar mis disculpas (…) sí me arrepiento de todo, de verdad”.

Pidió ayuda a la víctima

El mensaje no se limitó a ofrecer disculpas. También incluyó una solicitud concreta para rebajar la magnitud de las acusaciones.

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“Hoy, por las vueltas de la vida, eres la única persona que realmente puede ayudarnos a aclarar los hechos desde tu perspectiva. Si pudieras considerar enviar un correo o documento firmado, donde indiques que no tuviste problemas con nosotros tres, y que si bien hubo bromas o dinámicas en la oficina que pudieron ser exageradas, nunca se actuó con dolo o con intención de dañarte”, escribió.

El funcionario aseguró que esa declaración podría ser clave en su defensa: “Nos ayudaría enormemente en nuestra defensa. No te escribo desde la desesperación, solamente, sino que desde el arrepentimiento y apelando a la buena persona que eres”.

En su intento de convencer a la víctima, el funcionario apeló a sus responsabilidades familiares: “Mi hijo ya está grande, no puedo quedar sin trabajo ya que soy el sustento de la casa, tengo que pagar el colegio, hipotecario y cuantas cosas más. Tú imaginas, sólo te pido que te pongas una mano en el corazón”.

Finalmente, cerró su correo con un desconcertante tono conciliador: “Desde ya muchas gracias por leer este mensaje. Sea cual sea tu decisión, te deseo lo mejor en lo que estés haciendo allá”.

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