La cantante chilena Moyenei Valdés, ex vocalista de Mamma Soul, no vive el 11 de septiembre como cualquier persona. En su historia, como en la de miles de chilenos, ese día tiene heridas abiertas. En 1989, poco antes de que el régimen de Augusto Pinochet terminara, su padre (Raúl Valdés, dirigente del Partido Socialista) fue asesinado mientras pintaba un mural en Santiago.
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Moyenei era apenas una niña y creció con ese vacío, pero también con una fuerza que hoy estremece. Hace unos años buscó al hombre que le arrebató a su papá, lo enfrentó, tuvo una larga conversación con él y, asegura, lo perdonó. “Me dijo que tenía fotos de mi padre, para él era un espíritu que lo acompañaba. Lloraba y me decía que se arrepentía desde el día uno”, reveló la cantante chilena.
En conversación con PostData Finis, Moyenei Valdés, quien hoy está radicada en México, habló de los procesos que ha transitado en su vida y entregó reflexiones a 52 años del Golpe de Estado.
Moyenei, ¿cómo explica el proceso de perdonar a quién le quitó la vida a su papá?
“Fue una realización. No dije un día ‘estoy lista para perdonar’. Cuando era joven y lo mataron yo fantaseaba que en muchos años encontraría a ese hombre, tocaría su puerta y lo amenazaría. Quería herirlo, golpearlo, gritarle o vengarme, pero pasaron los años y todo eso se me olvidó. Maduré, crecí, tuve tres hijos, vivo en la naturaleza y soy una persona que trabaja en la sanación”.
¿Cómo fue cuando lo vio?
“Yo no quiero vivir siendo la víctima de nadie. Mi hermana un día me llamó y me avisó que lo encontraron, entonces yo le digo ‘tengo que ir a Chile”. Ella me preguntó “¿para qué?’. Yo me veía haciendo todo lo que quería cuando era niña. Lo más bonito de este encuentro es que cuando me reúno con él, antes de que yo sea capaz de perdonarlo, él me pide perdón. Tenía lágrimas en los ojos, pero no lloraba porque tenía vergüenza".
¿Qué fue lo más impactante?
“Cuando me abre la puerta y lo veo, me doy cuenta de que era un hombre con rasgos indígenas, era de origen mapuche. Yo llevo décadas de activismo con los pueblos originarios, he trabajado en Colombia, Brasil, México y Chile en luchas importantes para la defensa de los territorios y los pueblos que aún hablan sus lenguajes. Ver que es un hermano mío fue muy cabrón”.
¿Cree que él se arrepiente de quitarle la vida a su padre?
“Me dijo que tenía fotos de mi papá, para él era un espíritu que lo acompañaba. Lloraba y me decía que se arrepentía desde el día uno, que estaba muy mal y que rezaba mucho para que llegara el momento en que pudiera pedirle perdón a mi mamá, mi hermana y yo. A mi madre la nombró, me dijo ‘dígale a su mamá, a la señora Cecilia, que yo le pido perdón, por favor’. Eso me conmovió profundamente”.
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En base a esto, ¿cuál es su postura política?
“No me importa la izquierda o la derecha. Abajo de toda esta construcción mental, boba, absurda y ridícula somos personas que en el camino nos vamos echando a perder por la pobreza, la maldad, la violencia, los dogmas y las religiones. Creo que, independientemente del pensamiento político, es importante entender que no se puede obligar a ningún ser humano a pensar de una manera. No se puede dar esa mecánica de sumisión e imposición”.
Moyenei Valdés y la dictadura en primera persona
Han pasado 52 años del Golpe de Estado y en Chile aún se discute sobre la memoria y la búsqueda de detenidos desaparecidos. ¿Qué reflexiones hace hoy?
“Se nos hace fácil hablar del Golpe de Estado y la dictadura militar, porque no es posible entender la cantidad de personas que estaban obligando a un grupo a hacer lo que ellos querían que hicieran. Por un lado, hay quienes dicen que estuvo bien y otros dicen que estuvo mal. La gente de mi generación nacimos en medio de momentos muy complejos, no te lo imaginas ni viviéndolo en la vida real. Con mi familia teníamos que viajar en las maletas de los autos, mi padres tenían una radio clandestina en la casa y estaba completamente cubierto”.
¿Cómo eran sus padres durante esta época?
“Ambos estaban muy ligados a la organización social y comunitaria a través de filosofías políticas. Se identificaban mucho con Fidel Castro, Che Guevara, con sus ideales y cómo sus personalidades los representaban. Cuando miro atrás, ya de adulta, la dinámica que tenían y su relación con la lucha social era casi espiritual y había mucho respeto por el prójimo. Nunca los escuché hablar mal de alguien o dañarlos, no existía competencia. Yo viví la dictadura en primera fila, con padres que no tenían un doble discurso y hablaban claramente de la lucha armada”.
¿Cómo ve a Chile desde que vive en México?
“Es un lugar muy especial, pero me parece que Chile no logró aprender la lección todavía y vienen más pruebas para que podamos aprender. Tengo esperanza de que una mujer pueda gobernar, porque siento que es un respiro para lo que va a venir”.
Moyenei Valdés y su visión entre el arte y la política
¿Cuál es la herencia cultural que sus padres le dejaron?
“Durante toda mi infancia escuché a Víctor Jara y Silvio Rodríguez. Siempre fueron la banda sonora de mi vida. Mis padres nos tenían prohibido escuchar, hablar o ver películas en inglés, entonces a la fuerza escuchábamos música muy buena. A Mercedes Sosa, tonadas brasileñas, Violeta Parra, Inti-illimani o Illapu”.
¿Qué rol ha tenido el arte y la música durante este periodo y en su vida?
“Gracias a eso mi música es latinoamericana, yo toco bombos, güiro, canto y mis canciones están hechas con la cultura mexicana, con charangos y guitarra. Mis padres fueron los actores principales, me acuerdo que una vez los escuché conversar si irse exiliados a Alemania y yo les digo ‘vámonos’, porque tenía miedo de que los asesinaran. Ellos dijeron ‘nos quedamos acá. Estamos listos para dar la vida’. Finalmente asesinan a mi padre durante el fin de la dictadura, cuando ya había ganado el No, en un contexto para nada peligroso, a diferencia de lo que hacían durante ese tiempo. Fue un proceso muy difícil para nosotras”.