Habían transcurrido 6 años desde el golpe cívico-militar que derrocó al gobierno de Salvador Allende Gossens, cuando María Soto, de 18 años de edad, daba a luz a las gemelas María Beatriz y Adelia en el año 1979
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Sin embargo, ocho meses después y mientras sus hijas eran atendidas en el programa Gotita de Leche por presentar bajo peso, le fueron arrebatadas luego que una asistente social determinara que no tenía las condiciones económicas para criarlas, informándole que María Luisa y Valeska habían sido entregadas en adopción, proceso que fue llevado a cabo de manera ilegal durante la dictadura que encabezó Augusto Pinochet Ugarte y que fue respaldada por civiles.
En el año 2021, María Soto envió una muestra de ADN a una base de datos en Estados Unidos, arrojando resultados positivos recién el pasado 14 de marzo de 2025, cuando uno de sus nietos la contactó desde Italia por Facebook.
“Hola, mi hijo encontró una correspondencia con tu ADN en myheritage.com. Me gustaría entender si podríamos ser parientes. Fui adoptada por una familia italiana en 1979, junto con mi hermana gemela. Mi madre adoptiva me había dicho que mi nombre original era Valeska Toro. ¿Puedes conocerme?”, decía el mensaje.
Reencuentro que tardó 46 años
Si bien María Soto había podido conversar con sus hijas por videollamada, durante muchos años estuvo buscándolas, sumándose a Hijos y Madres del Silencio, organización que ayuda a víctimas de adopciones forzadas y tráfico de menores en Chile a reencontrarse.
Así fue el caso de María y sus hijas gemelas, quienes no mantienen sus nombres originales, y que pudieron reencontrarse luego de 46 años, tras arribar al país el pasado miércoles 10 de septiembre.
Visiblemente emocionadas, madre e hijas se fundieron en un abrazo, en medio de las miradas de alegría de la gente que se encontraba en el aeropuerto Carriel Sur en la región del Biobío.
Con la ayuda de una traductora, María Beatriz que quería “disfrutar estos días con mamá y toda la familia”. Mientras que su hermana Adelia, agradeció a su hijo con un: “Ya encontramos a mi mamá”.