“Yo creo que la democracia no se valora en todo su mérito hasta que se pierde”, fue parte de la reflexión que hizo el Presidente Gabriel Boric, durante la noche de este miércoles 10 de septiembre, al recordar que este jueves se cumplen 52 años del Golpe de Estado de 1973.
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En ese sentido, el Mandatario puso como ejemplo lo que ocurre en Venezuela, indicando que “en Venezuela se fue socavando la democracia de a poco, y hoy día no me cabe ninguna duda que la mayoría de venezolanos que han sido exiliados de su patria querrían que eso no hubiese sucedido y que no hubiese habido ese copamiento institucional que hoy día existe, en donde terminaron robándose las elecciones”, dijo durante una entrevista en el programa “Descabelladas” de UChile TV.
A lo anterior, el Presidente Boric agregó que “en Chile, la democracia tiene que ser capaz de responder con medidas concretas, mejorando la calidad de vida de las personas, y eso no se logra de la noche a la mañana. Uno no puede decir que mañana vamos a crecer al 8%. Hay procesos en donde tienes que mejorar la capacidad productiva entera de Chile, cambiar cuestiones que son bien estructurales”.
“La democracia se demora un poquito más, pero tenemos que valorarla”
En ese contexto el Presidente llamó a valorar la democracia y los procesos aunque se demoren un poco más, agregando que en temas como la migración irregular, no se puede llegar y “cerrar la frontera, como si hubiese un botón para cerrar más de 3.000 kilómetros. No se pueden hacer esas cosas".
“La democracia es cierto, se demora un poquito más, pero yo creo que tenemos que valorarla porque la libertad de poder expresar nuestras opiniones, de poder ser dirigentes de nuestro propio destino, es algo que es invaluable”, agregó.
“Yo, por lo menos, estoy muy convencido de que la crisis de la migración, el problema del crimen organizado, que son dos de los fenómenos que han incentivado una regresión autoritaria y que han sido utilizados por el mundo de la derecha para avanzar en erosión de instituciones, se deben enfrentar con gestión, diálogo y políticas públicas serias, y no con soluciones autoritarias ni simplistas”, apuntó el Presidente.
Finalmente, indicó como mensaje que “la democracia es un valor que hay que cuidar todos los días, con participación, responsabilidad y respeto por los derechos de todos. Que las soluciones simples no existen para problemas complejos como la migración, la seguridad y la desigualdad, y que el camino es trabajar con constancia, diálogo y políticas inclusivas que mejoren la vida de la gente. Y, sobre todo, que los ciudadanos no pierdan la esperanza. Los cambios son posibles, pero requieren compromiso colectivo, diálogo y una visión de país que ponga a las personas en el centro de la política”.