Christian Brueckner, principal sospechoso en la desaparición de Madeleine McCann, fue liberado recientemente al término de su condena por violación. Apenas salió, compró un teléfono móvil y una tarjeta SIM en una tienda, donde dejó declaraciones inquietantes al vendedor.
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Según informó The Sun, Brueckner le dijo al gerente de la tienda que tenía pruebas que podrían “poner fin al escándalo del siglo” y que esperaba poder desvanecer todas las acusaciones en su contra. También mencionó memorias USB con información relevante.
Detalles del diálogo con el vendedor
El vendedor, identificado como Farouk Salah-Brahmin, dijo que fue la primera persona con la que Brueckner tuvo una conversación extensa tras salir de prisión. Durante la compra, Brueckner comentó que su vida estaba en peligro, aludiendo a personas de su pasado, posiblemente relacionadas con acusaciones anteriores.
Incluso mostró su tobillera electrónica, se rió y dijo: “Mira, estoy bajo control”. Estas palabras generaron temor en el vendedor, quien dijo sentirse inseguro ante el contacto.
Brueckner fue liberado luego de cumplir condena por la violación de una mujer de 72 años en la misma región de Portugal donde la familia McCann vacacionaba en 2007.