El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aconsejó a las mujeres embarazadas no tomar paracetamol, al que vinculó con un alto riesgo de autismo en los niños. “Según un rumor —y no sé si es cierto— no tienen paracetamol en Cuba porque no pueden permitírselo. Pues bien, casi no tienen autismo", afirmó el mandatario.
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¿Qué dice la ciencia?
Expertos y diversas organizaciones médicas han dicho que no existe evidencia científica sólida que sostenga que el paracetamol, usado durante el embarazo, cause autismo.
Un estudio relevante llamado “Uso de acetaminofén durante el embarazo y riesgo de autismo, TDAH y discapacidad intelectual de los niños” (Suecia, 1995-2019) con datos de 2,4 millones de nacimientos— no encontró asociación de riesgo cuando se controla con hermanos.
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos declaró que el paracetamol es seguro durante el embarazo cuando se usa para tratar afecciones que pueden ser dañinas si no se tratan, como fiebre alta o dolor intenso.
La Fundación Científica para el Autismo y otros expertos en genética y farmacología coinciden en que los orígenes del autismo son múltiples —tanto genéticos como ambientales— y que hasta ahora no hay datos que permitan identificar al paracetamol como factor causal.
Por otro lado, la profesora asociada de Psicología Social y del Desarrollo en la Universidad de Durham (Reino Unido), Monique Botha, asegura que “hay muchos estudios que refutan esta correlación”.
“No hay pruebas sólidas ni estudios convincentes que sugieran que exista una relación causal y las conclusiones que se extraen en sentido contrario suelen estar motivadas, carecer de pruebas y no estar respaldadas por los métodos más sólidos para responder a esta pregunta. Estoy excepcionalmente segura de que no existe ninguna relación“, asegura.