Durante la jornada de este martes 30 septiembre, el alcalde de Santiago, Mario Desbordes, concretó a nombre del municipio la entrega a la administración del edificio Comunidad Plaza de Armas, ubicado en calle 21 de Mayo, inmueble que se incendió en parte el pasado 10 de julio y que permanecía cerrado.
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Pese a la entrega, el alcalde Desbordes destacó que todavía no están los permisos para que vuelvan los residentes y locatarios, algo que se autorizará luego que se entregue el informe final del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación de Estructuras y Materiales (IDIEM) de la Universidad de Chile, prevista para el 10 de octubre.
“Estamos devolviendo a la administración el control del edificio, pero lo decisivo será el informe del Idiem. Preliminarmente se señaló que no existirían daños estructurales, lo que es fundamental, porque solo con ese respaldo técnico podremos levantar la inhabitabilidad y permitir que vecinos y locatarios vuelvan a ocupar sus viviendas y comercios”, explicó la autoridad comunal.
En cuanto a los trabajos que se realizaron en la estructura, el alcalde Desbordes indicó que el edificio -que fue construido en la década de 1950- tiene varias condiciones para recuperarse totalmente.
“Una vez que el Idiem confirme que no hay daño estructural, la Dirección de Obras podrá levantar el decreto de inhabitabilidad del inmueble. Eso permitirá que vuelva a usarse en términos habitacionales y comerciales. El siguiente paso será recuperar ascensores, sistema eléctrico, ventilación, bombas de agua y todas las instalaciones necesarias para que funcione con seguridad”, agregó.
Mural de Nemesio Antúnez será “simbólicamente” restaurado
En cuanto a la conservación del lugar, el alcalde de Santiago señaló que el municipio impulsará la declaración del edificio como inmueble de conservación histórica, en reconocimiento a su carácter pionero como primer edificio placa del país.
Además, destacó que se está trabajando con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en la recuperación simbólica del mural de Nemesio Antúnez, destruido tras el siniestro. La propuesta consiste en instalar una reproducción fotográfica de gran formato que permita a la comunidad mantener viva la memoria de la obra.