Un operativo policial en Perú permitió la captura de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias “Pequeño J”, señalado como autor intelectual del asesinato de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) en Buenos Aires. Su detención representa un avance clave en uno de los crímenes más atroces que ha conmocionado a Argentina en 2025.
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Lo negó todo
Escoltado por un fuerte contingente policial, alias “Pequeño J”, ingresó a la sede de la Dirección Antidrogas de la PNP en San Isidro.
Al ser increpado por periodistas sobre las razones que lo habrían llevado a planear el triple feminicidio dijio:
“Me están echando la culpa nada más. Yo no he matado a nadie”, señaló.
Alias “Pequeño J” insistió en su inocencia y envió un mensaje a los familiares de las tres víctimas:
“Tienen que encontrar al culpable, porque yo no tengo nada que ver”.
El trasfondo del crimen
Las tres jóvenes desaparecieron el 19 de septiembre de 2025 tras abordar un vehículo con la promesa de asistir a una fiesta. Días después, sus cuerpos fueron hallados enterrados con signos de tortura, quemaduras y mutilación, en un hecho que la Fiscalía argentina vinculó al narcotráfico transnacional.
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La investigación identificó a “Pequeño J” como el principal instigador, quien incluso habría transmitido en vivo parte de los crímenes, según denuncias judiciales.
La captura en Perú
- El operativo se realizó en Pucusana, al sur de Lima, donde el joven intentaba ocultarse dentro de un camión en la Panamericana Sur.
- En la acción fue detenido también Matías Agustín Ozorio (23), señalado como su mano derecha.
- Las autoridades incautaron una pistola calibre .40, municiones, teléfonos y prendas con manchas de sangre, ahora bajo análisis forense.
- La captura fue posible gracias a la cooperación entre la Interpol, la Policía peruana y la fiscalía argentina, que había solicitado alerta roja internacional.

¿Qué sigue ahora?
La detención de “Pequeño J” abre el camino para su extradición a Argentina, donde deberá enfrentar cargos por homicidio agravado, secuestro y delitos vinculados al narcotráfico.
Mientras tanto, familiares y colectivos feministas exigen justicia y medidas de mayor protección para las mujeres, en un país donde los feminicidios siguen siendo un flagelo.