El senador de Renovación Nacional y presidente de la instancia, Manuel José Ossandón, señaló que el objetivo del proyecto de ley no es tocar las actuales remuneraciones de los funcionarios que tienen supersueldos, sino que regularlo hacia futuro.
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El parlamentario sostuvo que han “hecho un análisis de todo. Pero lo primero que quiero aclarar es que esto no es contra los funcionarios, ni quiero bajar el saldo a nadie. Sino simplemente darle sustentabilidad a esto en el tiempo. Aquí el chancho está mal pelado, porque además hay un número muy importante de gente en el Congreso que gana muchísimo menos y hay que preocuparse de ellos”, según consigna La Tercera.
La propuesta de Ossandón apunta a mover a éstos funcionarios a una planta de extinción, de manera que esas vacantes no sean reemplazadas. En su reemplazo, los cupos serían llenados con una nueva planta con remuneraciones más austeras, en la que ninguna supere el sueldo del presidente de la República.
Las altas remuneraciones se encuentran tanto en la Cámara de Diputadas y Diputados, el Senado y la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN).
El grupo de los 181
Entre los datos recopilados por la presidencia del Senado, se estableció que hay 181 funcionarios que tienen supersueldos, lo que equivale al 17,8% del total de los trabajadores de las tres instituciones.
En el desglose, hay 2 funcionarios que ganan alrededor de $17,57 millones; 6 reciben 15,24 millones; 2 $15,16 millones; 37 con $14,34 millones, 26 con $11,19 millones, 55 con $9,25 millones y 53 con $8,11 millones; superando la remuneración bruta del primer mandatario que llega a $7 033 974. Otros 97 funcionarios, por su parte, tienen un ingresos cercanos a los $6,9 millones.
De los 1016 funcionarios que tiene la Cámara, el Senado y la Biblioteca, el promedio de remuneración bruta mensual es de $5,8 millones y de $4,24 millones líquidos.