Noticias

Chile marca un hito ambiental con la primera norma de calidad del aire para arsénico

La medida fija un límite máximo anual de 23 nanogramos por metro cúbico y beneficiará especialmente a las comunas donde operan fundiciones de cobre, responsables del 99% de las emisiones de este contaminante.

Nivel de arsénico
Nivel de arsénico Captura MMA

El Ministerio del Medio Ambiente publicó la primera norma primaria de calidad del aire para arsénico, un paso histórico que coloca a Chile entre los pocos países del mundo con una regulación específica para este contaminante prioritario, asociado a graves riesgos para la salud.

PUBLICIDAD

La nueva norma establece una concentración máxima de 23 nanogramos por metro cúbico (ng/m³) de arsénico como promedio anual, siguiendo las recomendaciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), más exigentes que los parámetros definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para determinar si la norma es superada, se considerará el promedio anual de tres años consecutivos. Sin embargo, si en un solo año se sobrepasa el valor de 46 ng/m³, se entenderá automáticamente como excedida.

En caso de acercarse o superar el umbral, la zona será declarada latente o saturada, lo que activará la elaboración de un Plan de Prevención y/o Descontaminación Atmosférica específico para arsénico. Estos planes incluirán medidas concretas orientadas a reducir las emisiones, especialmente en las fundiciones de cobre, que concentran el 99% de las fuentes puntuales de este contaminante en el país.


La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, destacó que “la publicación de esta norma, la primera específica para el arsénico, protegerá la salud de las personas. La regulación permitirá el desarrollo de planes de prevención o descontaminación en los territorios donde se acerque o supere el umbral establecido, incorporando medidas concretas para reducir el arsénico presente en el aire”.

Asimismo, la secretaria de Estado subrayó que esta normativa es el resultado de un proceso participativo con comunidades, el sector regulado y expertos, reforzando la transparencia y legitimidad del proceso regulatorio, en línea con los principios del Acuerdo de Escazú.

Con esta medida, Chile da un paso decisivo hacia una mayor protección de la salud pública y el fortalecimiento de la justicia ambiental en territorios históricamente expuestos a la contaminación por arsénico.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último