El pasado jueves 23 de octubre, Carlos Cortés, el abogado defensor de Cristián Campos, interpuso una demanda por indemnización de perjuicios en contra de su exhijastra y su denunciante, la psicóloga Raffaella di Girolamo, y la Fundación para la Confianza.
En marzo del año pasado, la hija de Claudia di Girolamo presentó una querella en contra del actor por presuntos abusos sexuales cuando ella era adolescente.
A finales de agosto, la Corte de Apelaciones sobreseyó al actor por prescripción, además se indicó que no pudieron comprobar la participación de Campos en los hechos denunciados.
La parte querellante presentó un recurso de queja, el cual terminó siendo rechazado por la Corte Suprema en septiembre de este año, y ratificó lo fallado anteriormente.
La demanda de Cristián Campos en contra de Raffaella di Girolamo y la Fundación para la Confianza
La Tercera detalló que el actor en la demanda que fue ingresada al 15° Juzgado Civil de Santiago busca una millonaria indemnización que asciende a casi los $800 millones de pesos.
De acuerdo al texto, producto de la demanda de su exhijastra, él tuvo que someterse a tratamientos psiquiátricos y neurológicos por estrés, lo que se vio reflejado en un gasto de $20 millones de pesos aproximadamente.
Asimismo, se señaló que en perjuicios económicos el actor dejó de percibir $54 millones al ser marginado de la obra de teatro, “Reunión de apoderados”. Esto se repitió con papeles que perdió en las películas “El tercer Reich”, “La ola” y “La fuente”, lo que le significó $70 millones de pesos.
Además, un daño moral que avaluó en $600 millones de pesos. La suma que está pidiendo Campos como indemnización a Raffaella di Girolamo y la Fundación para la Confianza queda en $794 millones.
Sin embargo, el actor no es el único demandante, ya que se sumó su hija de 15 años, quien es producto de su relación con la actriz María José Prieto. Ella pide una indemnización a las mismas personas de $100 millones de pesos.
Se apunta a que la menor fue impactada directamente por la acusación en contra de su padre, “debiendo someterse a diversos tratamientos psicológicos desde marzo de 2024 hasta la fecha”.
“El daño moral sufrido por la menor no sólo es un efecto inevitable a la conducta desplegada por los demandados -esto es, que las injurias proferidas causarían un daño en la sensibilidad psíquica de la familia cercana a don Cristián Campos-, sino que, además, era previsible, por cual tales efectos fueron aceptados por estos”, se leía en el texto al cual accedió el medio citado.

