La mañana de este sábado, tras más de tres semanas de búsqueda, familiares y autoridades confirmaron el hallazgo del cuerpo de Krishna Aguilera, de 19 años, enterrado en un predio de la comuna de Calera de Tango. La Fiscalía Regional Occidente, representada en la causa por el fiscal regional Marcos Pastén, descartó que se tratara de un “crimen pasional” y afirmó que éste fue planificado.
La joven desapareció el 4 de octubre tras salir de una discoteca en el barrio Bellavista junto a Juan Beltrán, conocido narcotraficante de 45 años. Beltrán afirmó que la había dejado en su antiguo departamento en San Bernardo, versión que la fiscalía desestimó.
El persecutor comunicó que Beltrán, ya bajo prisión preventiva por otro secuestro, será reformalizado por secuestro con homicidio, junto a otras cinco personas implicadas.
Uno de los detenidos —un hombre de 45 años que integraba el entorno de Beltrán— colaboró con la investigación al entregar la ubicación exacta del cuerpo. Según el fiscal Pastén, el lugar donde fue enterrado había sido acondicionado con antelación.
“Esto no fue una situación azarosa, esto no fue un crimen pasional… Esto fue un crimen que venía siendo planificado hacía algún tiempo por Juan Beltrán y su círculo”, afirmó.
La fiscalía investiga el rol de los otros cinco detenidos, quienes según las indagatorias integraban la estructura de Beltrán: “Personas que están asociadas a él por tráfico de drogas y que realizaban trabajos esporádicos para él, de distinta naturaleza. Desde venta de drogas hasta trabajos de albañilería”, sostuvo Pastén.
Se espera el resultado de la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte y proceder a la formalización de los nuevos detenidos el martes 28.

