Durante el fin de semana, se detuvo al principal sospechoso detrás del homicidio de un joven de 16 años a las afueras de su colegio, Liceo Guillermo Rivera, de Viña del Mar ocurrido el pasado 16 de octubre.
Un sujeto de 18 años, identificado como Israel Olmedo, fue formalizado por el delito de homicidio calificado y quedó con la medida cautelar de prisión preventiva tras el dictamen del Juzgado de Garantía de Viña del Mar. De igual forma, se establecieron 100 días para la investigación.
El magistrado Rodolfo Moreno Osses dictó la medida cautelar debido a que la libertad de Olmedo constituye un peligro para la sociedad, esto debido a la gravedad del delito que se le imputó, homicidio calificado.
“Independiente de lo que se resuelva en definitiva, entre tanto, debe tener presente que la penalidad para el homicidio calificado es de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo, es decir, entre 15 a 20 años y presidio perpetuo”, comentó, según lo recogido por Biobío.
“Entonces, el sólo hecho de que tenga una pena de crimen es suficiente para decretar la prisión preventiva, puesto que hay un grave peligro de fuga y hay un peligro para la seguridad social“, agregó.
Las palabras de la madre de la víctima
A las afueras de Tribunales, la mamá del joven que fue asesinado entregó un desgarrador relato, en donde dio a conocer los supuestos motivos de por qué le quitaron la vida a su hijo de 16 años.
“A mí los amigos me dijeron que iban a hacer una fiesta de Halloween todos los compañeros y Damián era amigo de la polola de este tipo y le dio me gusta a una foto. Eso fue lo que hizo que fuera a esperarlo al colegio“, señaló María Nava a las cámaras de 24 Horas.
“Lo estaba esperando afuera del liceo (presunto autor). A un amigo le dijeron, que vieran al Damián, porque Israel lo estaba esperando afuera. Que se haga justicia, y que lo condenen a lo más que puedan, que no salga con ningún beneficio“, continuó agregando que la tranquiliza que él tiene 18 años y pueda ser procesado como adulto.
La madre se quebró al hablar del dolor que siente después de la muerte de su hijo. “A mí me queda la pena de saber que estoy esperando todos los días a mi hijo en la casa de que llegue del colegio, doblarle su ropa. Ese día lo estaba esperando con el almuerzo cuando me llamaron. Tener que ir a reconocer su cuerpo no se lo doy a nadie”, dijo entre lágrimas.

