Este miércoles, el Servicio Médico Legal (SML) entregó el cuerpo de Krishna Aguilera, la joven madre de 19 años que estaba desaparecida desde el 4 de octubre y fue encontrada sin vida en la comuna de Calera de Tango.
El féretro fue trasladado desde la sede del SML hasta el domicilio familiar, donde se realizará el velorio.
A través de un comunicado, los familiares solicitaron “la privacidad y respeto que merece un momento así”, aludiendo a la angustia de días previos y la necesidad de vivir el duelo de forma íntima.
“Ahora, para nosotros viene un proceso difícil. Llegó la cruda verdad de la despedida”, señalaron.
Según la investigación de la Fiscalía Metropolitana Centro‑Norte, el homicidio de Aguilera habría sido ordenado por Juan Beltrán —conocido como “Guatón Beltrán”—, líder narco de la zona, como resultado de una venganza vinculada a drogas.
Beltrán se encuentra en prisión preventiva junto a otros imputados, mientras que una menor está en internación provisoria.
La muerte de Krishna
El fiscal regional Occidente, Marcos Pastén, confirmó que la muerte de la joven “no fue una situación azarosa ni un crimen pasional”, sino que se trató de un hecho “planificado hacía algún tiempo por Juan Beltrán y su círculo cercano”.
El persecutor agregó que el sitio donde fue encontrado el cuerpo —un terreno rural en Calera de Tango— había sido acondicionado previamente para ocultar los restos de la víctima. “Son personas que están asociadas a Beltrán por tráfico de drogas y que realizaban trabajos esporádicos para él, desde venta de sustancias hasta labores de albañilería”, explicó Pastén.
Si bien se espera el informe definitivo del Servicio Médico Legal, las primeras pericias apuntan a una posible muerte por asfixia.

