Nuevos detalles están saliendo a la luz del asesinato de la joven Krishna Aguilera, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado domingo tras más de veinte días desaparecida. El principal sospechoso es Juan Beltrán, conocido como el “Guatón Beltrán”, quien es un conocido traficante de la comuna de San Bernardo, y mantuvo un vínculo con la víctima.
La hermana de la joven, Cristal Aguilera, ha sido una pieza fundamental en la investigación, entregando información clave para dilucidar la identidad de los culpables del crimen. Ella señaló que a su hermana la habrían matado por un ajuste de cuentas por drogas.
“Ella había mandado a quitarle plata y droga al Beltrán con unos tipos. Toda esa información estaba en el teléfono de ella y se lo habían quitado, corría peligro ella. Yo la reté un rato, le dije que cómo hacía eso, que era peligroso, y que sabía a lo que podía llevarla, si se llegaban a enterar, la iban a matar”, relató a CHV Noticias.
Cristal contó que su hermana llevaba corriendo peligro desde hace unos meses, que un día habría sido drogada por Beltrán y que luego se despertó en un departamento con un desconocido mirándola. Ella aseguró que ese fue el primer intento de asesinar a Krishna. Posteriormente, la joven fue atacada en la calle, en donde resultó herida y con su celular hurtado, donde tenía información sobre su participación en el robo a Beltrán.
Producto de estos amedrentamientos en contra de Krishna, la familia decidió cambiarse de domicilio. Cristal publicó en redes sociales que estaba disponible el departamento de su madre para arriendo, y su hermana le sugirió que se lo arrendará a Beltrán para ocuparlo como un centro de tráfico de drogas.
“Yo le dije, ‘no, estás loca, para puros problemas’. Ahí yo ya quedé preocupada, dije ‘este hombre de nuevo volvió a hablar con la Krishna’. Ella llegó después a la casa y tuvimos una discusión. Ahí el 4 de octubre salieron y Krishna no apareció más”, recordó.
El vínculo de Krishna con Beltrán
El vínculo que la mantenía atada a Beltrán era simple: dependía económicamente de los negocios ilícitos que hacían juntos. “En cada punto diario que trabajaba, en 24 horas, vendía 3 millones de pesos”, contó Cristal sobre lo que realizaba su hermana.
Ella detalló que en ese punto “vendía todo tipo de drogas: cocaína, pasta base, la cera que le dicen, que es como el aceite de la pasta base (...) Y el tusi, ketamina, que lamentablemente es la droga que consumen los jóvenes”.
Junto a esto, Cristal detalló que Beltrán “tenía dos búnkers, y las personas, contando a mi hermana, se turnaban para trabajar por 24 horas. Ellas quedaban encerradas, y solo con su manito entregaban la droga”.
Con respecto a las ganancias de Krishna, su hermana contó que “por 24 horas se venía con 300, 400 mil pesos. Por eso le costó tanto salir de ese círculo”.