Un cabo primero de Carabineros fue acusado de integrar una peligrosa banda delictual dedicada a realizar asaltos y “quitadas de droga”, utilizando uniformes institucionales para simular operativos policiales. Según una investigación revelada por Chilevisión, el funcionario —identificado como Lucio Orellana Ibáñez— habría solicitado licencias médicas falsas para ausentarse del trabajo y poder participar en los delitos.
De acuerdo con el reportaje, Orellana utilizó AUPOL, un sistema interno exclusivo de Carabineros, para acceder y compartir información sensible sobre las víctimas con sus cómplices. “El cabo primero habría vulnerado los protocolos de seguridad institucional para entregar datos estratégicos a la banda”, detalló la investigación, según consignó T13.
El caso salió a la luz tras un asalto frustrado ocurrido el 18 de enero en Peñalolén, cuando cinco sujetos llegaron a una vivienda vestidos con uniformes policiales y movilizándose en un furgón. Los delincuentes intentaron hacer creer al dueño de casa que se trataba de un procedimiento oficial, pero el hombre notó inconsistencias y alertó a Carabineros reales.
Apenas se realizó la llamada, los falsos funcionarios huyeron. Según el fiscal Omar Mérida, este detalle podría indicar complicidad dentro de la propia institución:
“No se puede descartar que hayan tenido un tipo de ayuda externa”, explicó el persecutor.
Durante la persecución que siguió al aviso, los falsos carabineros dispararon en tres ocasiones contra la patrulla policial, lo que confirmó el nivel de violencia con el que operaban. La huida terminó en la comuna de La Florida, donde los sujetos abandonaron la camioneta que habían utilizado.
En el interior del vehículo, los investigadores hallaron armas, uniformes institucionales y dos teléfonos celulares. Uno de ellos pertenecía al cabo primero Lucio Orellana Ibáñez, funcionario activo de la Subcomisaría de Requínoa, en la región de O’Higgins.
Los peritajes al celular del funcionario revelaron que, un día antes del asalto, Orellana intentó tramitar una licencia médica para poder participar del golpe. Su solicitud fue rechazada, hecho que comentó con uno de sus compañeros: “Me fue mal con tu hermana, ninguno de los dos locos está tirando licencia a los Dipreca... así que mañana voy al Hoscar temprano y poder quedarme unos días para poder ‘trabajar’ po”, escribió, usando “trabajar” como eufemismo para delinquir.
El Ministerio Público investiga si hay más carabineros involucrados, ya que los registros telefónicos apuntan a una red organizada con acceso a información institucional. En las conversaciones, los miembros de la banda incluso mencionaban la presencia de otros policías: “Nosotros no los tratamos como pacos, los tratamos como uno más de nosotros”, decía uno de los delincuentes.

