La decisión de Donald Trump de trasladar el portaviones más avanzado de Estados Unidos a Sudamérica para su campaña contra el narcotráfico, implica sacar el barco del mar Mediterráneo en un momento en el que el frágil alto el fuego entre Israel y Hamás se ve amenazado por ataques entre ambas partes.
La última información del USS Gerald R. Ford reveló que estaba cerca de Sicilia mientras que alguno destructores de su grupo de ataque ya habrían llegado al puerto español de Cádiz.
Una decisión estratégica inusual de parte del Pentágono
La posición de Estados Unidos de tener solo un portaaviones desplegado y ninguno en las aguas frente a Europa y el Oriente Medio, es considerada inusual por los especialistas.
El cambio es especialmente notable después de que Estados Unidos e Israel atacaran Irán en junio y de que las fuerzas armadas estadounidenses se involucrara en algunas de las operaciones de combate más intensas desde la Segunda Guerra Mundial contra los insurgentes hutíes de Yemen en el mar Rojo.
Los portaviones, con miles de marineros y decenas de aviones de combate, han sido reconocidos durante mucho tiempo como uno de los máximos símbolos del poderío militar de Estados Unidos y de las prioridades de la política exterior de la nación. Ha habido cinco despliegues de portaviones en Medio Oriente desde que inició la guerra en Gaza hace dos años, incluyendo dos en la región en múltiples ocasiones este año y el pasado.
Las nuevas órdenes para el USS Gerald R. Ford reflejan el creciente enfoque del gobierno de Trump en el hemisferio occidental, y marcan una importante escalada de poder de fuego a medida que el ejército de Estados Unidos intensifica los ataques mortales contra embarcaciones a las que acusa de transportar drogas ilícitas frente a las costas de Venezuela y Colombia.
Hablando desde otro portaviones, el USS George Washington, en su puerto base en Japón, Trump destacó los ataques de Estados Unidos en el mar y reiteró que “ahora detendremos las drogas que entran por tierra”.
¿Cuánto tiempo estará el USS Gerald R. Ford en el Caribe?
Mark Cancian, asesor sénior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y coronel retirado de la Infantería de Marina de Estados Unidos, cuestionó cuánto tiempo podría permanecer el Ford en Sudamérica, cuando solo tres de los 11 portaaviones de Estados Unidos suelen estar en el mar.
“Es un recurso tan poderoso y escaso, habrá mucha presión para hacer algo o enviarlo a otro lugar”, dijo Cancian. “Puedes imaginarte las negociaciones de paz rompiéndose en el este del Mediterráneo o algo sucediendo con Irán”.
El USS Nimitz también está desplegado, pero se dirige a casa desde el mar de China Meridional antes de ser dado de baja. Recientemente perdió dos aeronaves (un avión de combate y un helicóptero) en incidentes separados que están bajo investigación. Un tercer portaviones, el USS Theodore Roosevelt, no está desplegado, pero está realizando maniobras frente a la costa de San Diego.
El cambio ocurre justo cuando la violencia ha resurgido en Gaza a pesar de un alto el fuego que Trump ayudó a negociar.
Aumenta presión sobre Venezuela
Mientras tanto, la creciente presencia militar de Estados Unidos cerca de Venezuela y sus ataques mortales contra pequeñas embarcaciones han avivado los temores de que Trump podría intentar derrocar a Nicolás Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos.
En respuesta a preguntas sobre la especulación, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, insistió el sábado en que su país está participando en una operación antidrogas y volvió a acusar al gobierno de Maduro de participar en el envío de narcóticos.
Maduro dijo en una reciente transmisión en cadena nacional que el gobierno estadounidense está fabricando una guerra contra él. Inventan un relato “extravagante, mentiroso, falso y negador de la realidad”, afirmó Maduro.
Los expertos dicen que el contingente de Estados Unidos en la región no es lo suficientemente grande para una invasión. Pero podría ayudar a expulsar a Maduro, y posiblemente sumir a la nación en el caos.
El grupo de ataque del Ford, que incluye cinco destructores, se sumará a otras tropas de Estados Unidos en las aguas frente a Venezuela. La Marina estadounidense ya tiene ocho buques de guerra en la región: tres destructores, tres barcos de asalto anfibio, un crucero y un buque de combate litoral más pequeño diseñado para aguas costeras.
Un submarino de la Marina de Estados Unidos también está operando en el área más amplia de Sudamérica y es capaz de lanzar misiles de crucero. El ejército de Estados Unidos también envió un escuadrón de aviones de combate F-35B Lightning II a Puerto Rico y recientemente envió un par de bombarderos pesados supersónicos hasta la costa de Venezuela.

