El túnel de Agua Negra es un proyecto binacional que conectará la provincia argentina de San Juan con la Región de Coquimbo en Chile mediante un trazado subterráneo de aproximadamente 14 kilómetros, ubicado a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar. La idea es convertir el paso estacional en un cruce vial permanente, seguro y transitable todo el año.
La propuesta técnica contempla dos galerías paralelas con accesos viales en ambos extremos, plataformas de emergencia y servicios asociados para operación y seguridad. El túnel forma parte del ambicioso Corredor Bioceánico que busca facilitar el flujo de carga desde el centro de Argentina hacia los puertos del Pacífico y potenciar el intercambio comercial con Asia.
Tras años de paralización y estudios, el proyecto volvió a tomar forma en 2025: autoridades y organismos técnicos de ambos países han impulsado su reactivación y se han avanzado en etapas de diseño y licitación, con apoyos que incluyen evaluaciones de impacto y asesoría internacional. Históricamente la iniciativa contó con financiamiento condicionado y con interés de organismos multilaterales; su construcción, una vez iniciada, podría demorar cerca de 9 a 10 años.
En términos económicos, estimaciones previas han ubicado la inversión en un rango amplio —cifras públicas han oscilado alrededor de 1.500 millones de dólares hasta montos superiores según alcance y obras complementarias—, por lo que el costo final dependerá de la licitación, la ingeniería y las exigencias ambientales.

